En nuestro país, amigo lector, el tema de la justicia es un tema muy controvertido y vacío, pues en la mayoría de los casos las personas que son víctimas de algún ilícito, llámese asalto, asesinato, violación o cualquier otro delito nunca encuentran una respuesta por parte de las autoridades que se encargan precisamente de impartir justicia.
Tal es el caso del joven Eder Antonio Saucedo, quien al cumplir más de 8 días de que fue brutalmente asesinado a golpes, primeramente por presuntos elementos de la policía ministerial mexiquense y luego por internos del penal de Barrientos, hasta el momento no hay culpables y mucho menos detenidos y el crimen está en la total impunidad.
Y es que el asesinato de Eder envuelve un velo de misterio porque evidentemente detrás de él hay algo raro y turbio porque a ciencia cierta no sabe por qué fue asesinado y quien dio esa instrucción porque alguien ordenó que fuera asesinado, ¿por qué?, no sabe, pues a decir de sus familiares Eder era un hombre trabajador que no se metía en líos ni andaba de mañoso.
A decir de los familiares, la odisea y el calvario que vivió Eder inició el pasado mes de junio cuando un grupo de agentes de la policía ministerial lo detuvieron presuntamente porque estaba relacionado con varios asesinatos. Lógicamente Eder negó todo porque a decir de sus mismos familiares “no mataba” una mosca.
Sin embargo, los ministeriales, de la famosa Ram Roja, lo detuvieron e ilegalmente lo tuvieron privado de su libertad tres días, tiempo en que lo torturaron y sometieron a brutales golpizas para obligarlo a que aceptara las acusaciones que hacían en su contra.
Cuando familiares de Eder lo encontraron en las instalaciones del centro de justicia de Torre-Tlane, los ministeriales les informaron que lo tenían detenido por homicidio y exigieron un millón de pesos para liberarle y “quitarle todo cargo”.
Pero como los familiares no contaban con tal cantidad de dinero lo consignaron al penal de Barrientos. Ahí fue otra historia tormentosa para Eder, pues los internos por órdenes de quien sabe quién lo golpeaban constantemente hasta que lo dejaron muy grave.
Luego fue otra historia, pues a pesar de que su estado de salud era muy delicado y personal médico del Hospital Vicente Villada señaló que era necesario trasladarlo a un hospital donde recibiera atención especializada porque de lo contrario iba a morir, la Directora del penal de Barrientos en todo momento, extrañamente lo negó, y cuando autorizo enseguida Eder desafortunadamente murió.
Nos leemos el próximo domingo.
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