/ domingo 24 de enero de 2021

Y la cosa sigue empeorando

Esta semana alcanzamos los picos más altos de la pandemia, una pandemia que no ha sido donada y mucho menos superada, una situación que no ha sido solo provocada por la gente sino también ha sido abonada por el mal manejo de información por parte del gobierno, una falsa sensación de estabilidad que llevó a las personas a confiarse.

Durante los últimos diez días, a nivel nacional de se han alcanzado cifras alarmantes de contagio y de decesos, si bien es algo que ya se tenía contemplado debido a que, pese a los constantes llamados, mucha gente se reunió en las fiestas decembrinas, también ha dejado al descubierto muchas deficiencias derivado de la enfermedad.

Por un lado se lucha contra la falsa esperanza que el dióxido de cloro ha dado sin importar el daño que está haciendo a los organismos que llegan a los hospitales, si es que corren con suerte de alcanzar una cama disponible, con severos daños que difícilmente son reversibles, y por el otro la escasez de lugar para atenderlos.

Ya se hizo demasiado común las largas filas de espera de las ambulancias, particulares y de gobierno, que se encuentran afuera de hospitales con la necesidad de dejar un paciente para irse por otro, a esto le sumamos también la gente que por sus propios medios intenta meter a un familiar, los servicios quedan colapsados.

Si bien no es culpa del gobierno, van más de 10 meses que no se ha dado las instrucciones precisas para que el de por sí muy fregado sistema de salud sea fortalecido, se ha priorizado magnas obras como el aeropuerto, la refinería y otras que fortalecer los hospitales, ahora es tiempo de ver por la población.

Esta estrategia fallida se tiene que sumar a la mala planeación de la vacunación, pues primero dice que va a estar inocular a quienes están en primera línea y ahora hasta los promotores de la 4T van a recibir una dosis, sin que los que ya la tienen completen su esquema de vacunación, lo cual es no solo desperdicio de recursos sino una patada en el trasero para quienes se lo parten para sacar adelante a los enfermos.

Sin duda, gran parte de la responsabilidad es la gente que no toma los cuidados necesarios, pero la parte de responsabilidad del gobierno deja mucho que desear, no se trata de politizar la salud de la población, porque ya vienen elecciones y vaya que Morena está sacando provecho, no cabe duda que de verdad a Andrés Manuel López Obrador, le vino como anillo al dedo la pandemia.

Esta semana alcanzamos los picos más altos de la pandemia, una pandemia que no ha sido donada y mucho menos superada, una situación que no ha sido solo provocada por la gente sino también ha sido abonada por el mal manejo de información por parte del gobierno, una falsa sensación de estabilidad que llevó a las personas a confiarse.

Durante los últimos diez días, a nivel nacional de se han alcanzado cifras alarmantes de contagio y de decesos, si bien es algo que ya se tenía contemplado debido a que, pese a los constantes llamados, mucha gente se reunió en las fiestas decembrinas, también ha dejado al descubierto muchas deficiencias derivado de la enfermedad.

Por un lado se lucha contra la falsa esperanza que el dióxido de cloro ha dado sin importar el daño que está haciendo a los organismos que llegan a los hospitales, si es que corren con suerte de alcanzar una cama disponible, con severos daños que difícilmente son reversibles, y por el otro la escasez de lugar para atenderlos.

Ya se hizo demasiado común las largas filas de espera de las ambulancias, particulares y de gobierno, que se encuentran afuera de hospitales con la necesidad de dejar un paciente para irse por otro, a esto le sumamos también la gente que por sus propios medios intenta meter a un familiar, los servicios quedan colapsados.

Si bien no es culpa del gobierno, van más de 10 meses que no se ha dado las instrucciones precisas para que el de por sí muy fregado sistema de salud sea fortalecido, se ha priorizado magnas obras como el aeropuerto, la refinería y otras que fortalecer los hospitales, ahora es tiempo de ver por la población.

Esta estrategia fallida se tiene que sumar a la mala planeación de la vacunación, pues primero dice que va a estar inocular a quienes están en primera línea y ahora hasta los promotores de la 4T van a recibir una dosis, sin que los que ya la tienen completen su esquema de vacunación, lo cual es no solo desperdicio de recursos sino una patada en el trasero para quienes se lo parten para sacar adelante a los enfermos.

Sin duda, gran parte de la responsabilidad es la gente que no toma los cuidados necesarios, pero la parte de responsabilidad del gobierno deja mucho que desear, no se trata de politizar la salud de la población, porque ya vienen elecciones y vaya que Morena está sacando provecho, no cabe duda que de verdad a Andrés Manuel López Obrador, le vino como anillo al dedo la pandemia.

ÚLTIMASCOLUMNAS
domingo 12 de diciembre de 2021

Fiestas sin exceso de confianza

Jose Melton

domingo 05 de diciembre de 2021

Nueva variante, nuevos retos

Jose Melton

domingo 28 de noviembre de 2021

Se acerca la fecha

Jose Melton

domingo 21 de noviembre de 2021

Vacuna a cuentagotas

Jose Melton

domingo 07 de noviembre de 2021

Ojalá no haya una cuarta ola

Jose Melton

domingo 31 de octubre de 2021

Como si no pasara nada

Jose Melton

domingo 24 de octubre de 2021

Al viejo estilo

TEORÍA PRÁCTICA

Jose Melton

domingo 17 de octubre de 2021

Semáforo ¿Verde?

Jose Melton

domingo 10 de octubre de 2021

El llamado enérgico

Jose Melton

domingo 03 de octubre de 2021

¿Y el resto para cuándo?

Jose Melton

Cargar Más