/ viernes 9 de abril de 2021

Violencia política

Hay un riesgo que preocupa en el actual proceso electoral que no ha sido adecuadamente visibilizado: la violencia política. El respeto a los adversarios, al árbitro de la contienda y a los resultados deberá ser la actitud de todos los actores, por el bien de la democracia.

La violencia con tintes políticos va desde la discriminación hasta los homicidios, por lo que el Estado mexicano debe actuar para que el proceso sea con respeto a la ley en un marco de civilidad.

También hay que resaltar que este fenómeno se recrudece contra las mujeres.

Carola García Calderón, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, indició que a pesar de que en México existen instrumentos legales para la defensa de las mujeres, a fin de impugnar actos de discriminación y violencia ejercida desde los propios partidos políticos y de las autoridades electorales, aún existen retos por enfrentar.

Desde el pasado 7 de septiembre de 2020, en el que inició formalmente el proceso electoral, y hasta el 20 de marzo de 2021, el Indicador de Violencia Política en México (IVP) publicado por Etellekt Consultores, registró un total de 238 agresiones contra personas políticas con un saldo de 218 víctimas de diversos delitos, de las cuales 166 eran hombres y 52 mujeres

Además, un reporte elaborado por Integralia Consultores muestra que hasta febrero se contabilizaban 75 asesinados categorizados como violencia política. De ellos, 51.6% han sido en contra de funcionarios en activo, 19.8% a militantes y aspirantes a cargos de elección popular, 13.2% contra ex funcionarios públicos, y 15.4% en contra de activistas y periodistas.

La respuesta gubernamental tardía; fue hasta el 4 de marzo pasado cuando las autoridades dieron a conocer la estrategia federal para proteger a candidatos. Preocupa que no se haya generado una estrategia con suficiente anticipación, ya que de haber existido podría haberse evitado la pérdida de vidas humanas.

El llamado de COPARMEX es claro: que por ninguna razón la violencia se normalice y a que como sociedad alcemos la voz para que la violencia política no enturbie una elección tan trascendente como la que viviremos este año.

Textualmente hay que decirlo: Es fundamental el respeto a las leyes, al árbitro y los adversarios, para mantener la frágil democracia mexicana, la cual requiere que la consolidemos con la participación de todos.

En Twitter @TXTUALes


Hay un riesgo que preocupa en el actual proceso electoral que no ha sido adecuadamente visibilizado: la violencia política. El respeto a los adversarios, al árbitro de la contienda y a los resultados deberá ser la actitud de todos los actores, por el bien de la democracia.

La violencia con tintes políticos va desde la discriminación hasta los homicidios, por lo que el Estado mexicano debe actuar para que el proceso sea con respeto a la ley en un marco de civilidad.

También hay que resaltar que este fenómeno se recrudece contra las mujeres.

Carola García Calderón, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, indició que a pesar de que en México existen instrumentos legales para la defensa de las mujeres, a fin de impugnar actos de discriminación y violencia ejercida desde los propios partidos políticos y de las autoridades electorales, aún existen retos por enfrentar.

Desde el pasado 7 de septiembre de 2020, en el que inició formalmente el proceso electoral, y hasta el 20 de marzo de 2021, el Indicador de Violencia Política en México (IVP) publicado por Etellekt Consultores, registró un total de 238 agresiones contra personas políticas con un saldo de 218 víctimas de diversos delitos, de las cuales 166 eran hombres y 52 mujeres

Además, un reporte elaborado por Integralia Consultores muestra que hasta febrero se contabilizaban 75 asesinados categorizados como violencia política. De ellos, 51.6% han sido en contra de funcionarios en activo, 19.8% a militantes y aspirantes a cargos de elección popular, 13.2% contra ex funcionarios públicos, y 15.4% en contra de activistas y periodistas.

La respuesta gubernamental tardía; fue hasta el 4 de marzo pasado cuando las autoridades dieron a conocer la estrategia federal para proteger a candidatos. Preocupa que no se haya generado una estrategia con suficiente anticipación, ya que de haber existido podría haberse evitado la pérdida de vidas humanas.

El llamado de COPARMEX es claro: que por ninguna razón la violencia se normalice y a que como sociedad alcemos la voz para que la violencia política no enturbie una elección tan trascendente como la que viviremos este año.

Textualmente hay que decirlo: Es fundamental el respeto a las leyes, al árbitro y los adversarios, para mantener la frágil democracia mexicana, la cual requiere que la consolidemos con la participación de todos.

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