Hoy lamentablemente México, nuestra gran nación, padece decisiones “políticas” difíciles que, no solamente evidencia el desconocimiento de la función pública que desempeñan y el pueblo les demandara en su momento, sino que, además, están afectado a todos los sectores de nuestra sociedad y perjudican a millones de mexicanos que día a día enfrentan una complicada y cada vez más costosa vida. Sume usted querido lector la creciente inseguridad, los elevados números de contagios por la pandemia del Covid y el virus del mono, el desempleo boyante y la escasa oferta laboral, amén de que la economía nacional va en picada y, con un gobierno fallido generando incertidumbre.
Ante este trágico escenario la Cámara Nacional de la Industria de Transformación bien hace al fijar su postura, que seguramente es la de millones de mexicanos, al puntualizar que nuestro país “no necesita generar más incertidumbre, lo que se necesita son más oportunidades para desarrollar su potencial industrial de la mano de aliados estratégicos y aprovechar las oportunidades derivadas de la coyuntura favorable para retomar un liderazgo como proveedores del mercado más grande del mundo”.
La falta de seriedad respecto a la controversia genera por el propio “mandatario”, luego del reclamo de Estados Unido y Canadá de llamar a México a consultas —mecanismo previsto en el T-MEC para resolver controversias comerciales— debido a que la política energética de la 4T afecta a las inversiones estadounidenses en el ramo y, de la incertidumbre generada en los compromisos firmados por el propio AMLO, sin vacilación ponen en duda la lucidez mental de quién nos gobierna.
El llamado a resolver las diferencias que dieron origen a la solicitud de consultas en el marco del T-MEC, privilegiando el diálogo y atendiendo a los objetivos que se persiguieron al momento de celebrar el acuerdo comercial multilateral, que es generar una región próspera que genere empleos, atraiga nuevas inversiones e impulse el crecimiento social de sus pueblos, No es una propuesta…es la demanda de los distintos sectores productivos y organizaciones empresariales de México. El “no pasa nada” expresado en la mañanera de la semana pasada, pone en grave riesgo a nuestro país, además de que seremos los ciudadanos quienes paguemos vía impuestos las sanciones económicas impuestas. Pobre México
