/ viernes 1 de octubre de 2021

Válvula de escape

Se carece de una política gubernamental de protección y fomento del empleo; la clase trabajadora ha sido golpeada por la crisis económica derivada de la pandemia y el comercio informal ha sido una válvula de escape la más de un millón de personas que se quedaron sin empleo.

Pero el comercio en vía pública es complicado, la gente se enfrenta a las autoridades locales, a los cuerpos policiacos y hasta al crimen organizado, que les piden una cuota para dejarlos trabajar.

A la severa crisis de inseguridad se sumó la de salud y la economía familiar está severamente afectada.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENEO) del Inegi, reveló que este incremento se ve reflejado gracias a que cada vez más personas se incorporan al sector informal.

En el segundo trimestre de 2021, el desempleo en México afectó a 2.4 millones de personas y la tasa de desocupación se colocó en 4.2%, 0.6% menos que el 4.8% reportado en el mismo periodo de 2020. Además, reveló que 1.39 millones son vendedores ambulantes

Análisis de las organizaciones de comerciantes, consideran que el comercio en el espacio público aporta más del 23 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, que de cada 100 pesos generados 24 provienen del 58 por ciento de empleos informales y 76 pesos del 42 por ciento que representan los trabajadores formales.

Se habla de 22.6 millones de personas que se dedican a esta actividad en todo el país. En la Ciudad de México hay más de dos millones de personas que realizan este trabajo.

Los mexicanos buscan a toda costa sobrevivir durante esta pandemia, muchos sin tener un empleo formal, por el cierre de sus fuentes de trabajo; salieron a las calles, algunos buscaron un espacio en la vía pública y otros venden por catálogo.

Al igual que quienes tenían un empleo formal, quienes labran en vía pública han sido olvidados, nadie les tiende la mano, por el contrario, todo el mundo les pide.

Textualmente hay que decirlo: el comercio popular es una válvula de escape ante la falta de empleos los cuales deberían fomentar los gobiernos federal y locales, al facilitar el proceso de apertura y reapertura de fuentes de empleo. Estímulos a emprendedores dispuestos a abrir empresas, muchas incluso son familiares.

En Twitter @TXTUALes

Se carece de una política gubernamental de protección y fomento del empleo; la clase trabajadora ha sido golpeada por la crisis económica derivada de la pandemia y el comercio informal ha sido una válvula de escape la más de un millón de personas que se quedaron sin empleo.

Pero el comercio en vía pública es complicado, la gente se enfrenta a las autoridades locales, a los cuerpos policiacos y hasta al crimen organizado, que les piden una cuota para dejarlos trabajar.

A la severa crisis de inseguridad se sumó la de salud y la economía familiar está severamente afectada.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENEO) del Inegi, reveló que este incremento se ve reflejado gracias a que cada vez más personas se incorporan al sector informal.

En el segundo trimestre de 2021, el desempleo en México afectó a 2.4 millones de personas y la tasa de desocupación se colocó en 4.2%, 0.6% menos que el 4.8% reportado en el mismo periodo de 2020. Además, reveló que 1.39 millones son vendedores ambulantes

Análisis de las organizaciones de comerciantes, consideran que el comercio en el espacio público aporta más del 23 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, que de cada 100 pesos generados 24 provienen del 58 por ciento de empleos informales y 76 pesos del 42 por ciento que representan los trabajadores formales.

Se habla de 22.6 millones de personas que se dedican a esta actividad en todo el país. En la Ciudad de México hay más de dos millones de personas que realizan este trabajo.

Los mexicanos buscan a toda costa sobrevivir durante esta pandemia, muchos sin tener un empleo formal, por el cierre de sus fuentes de trabajo; salieron a las calles, algunos buscaron un espacio en la vía pública y otros venden por catálogo.

Al igual que quienes tenían un empleo formal, quienes labran en vía pública han sido olvidados, nadie les tiende la mano, por el contrario, todo el mundo les pide.

Textualmente hay que decirlo: el comercio popular es una válvula de escape ante la falta de empleos los cuales deberían fomentar los gobiernos federal y locales, al facilitar el proceso de apertura y reapertura de fuentes de empleo. Estímulos a emprendedores dispuestos a abrir empresas, muchas incluso son familiares.

En Twitter @TXTUALes