El Club de Periodistas de México nació en los 50s con la meta de fortalecer el periodismo mexicano y aglutinar a periodistas de diferentes tendencias, géneros y fuentes; lo que como señalan en su propia página ha sido una “situación nada fácil y que hasta nuestros días sigue siendo complicada y casi imposible”. Se encuentra ubicado en un inmueble en el centro de la Ciudad de México que les otorgó López Mateos en 1962 y que trató de ser requisitado por el gobierno en los 90s, generando un sisma en la organización “víctima del divisionismo profesional, las diferencias gremiales y los oscuros intereses gubernamentales”.
La semana pasada, durante el 70 Certamen Nacional de Periodismo, entregaron reconocimientos a periodistas nacionales como Francisco Torres Cano de OEM, Noel Morales de La Prensa, Nurit Martinez de El Sol de México, Pablo Moctezuma Barragán y Alberto Arellano, entre otros. Dentro de los premiados a nivel internacional están Boris Kuxtenov, Mauricio Ampueron y Semión Sénderov, corresponsables de RT en Ucrania; y se entregó un premio póstumo a la periodista rusa Daria Duguina, hija del filósofo Alexander Duguin, quien fue asesinada en agosto al explotar el coche que conducía en Moscú, presuntamente a manos de los servicios secretos ucranianos. Destaca el premio al periodismo independiente entregado a Liu Sivaya, quien vive en la región del Donbass desde donde reporta cotidianamente en perfecto español vía Twitter sobre las actividades de los nacionalistas ucranianos.
Se conoce al periodismo independiente como aquel periodismo libre del control de los gobiernos y de las grandes corporaciones, y es fundamental para el ejercicio de la democracia pues permite a los ciudadanos contar con información plural para tomar decisiones informadas sobre diversos temas que son de su interés, más allá de aquellos relacionados únicamente con la política. En este sentido destaca el premio entregado a Liu Sivaya, quien al igual que muchos otros periodistas independientes como Cesar Vidal, Nicolás Morás y Rubén Luengas han ido sorteando la censura de las plataformas y redes sociales para expresar sus puntos de vista. Lo mismo ha sucedido con grandes expertos y voces disidentes del discurso único como Juan Ramon Rallo, Lorenzo Ramirez o Jordan B Peterson, quienes han creado sus propias páginas o han encontrado en las redes sociales un espacio para compartir sus ideas, no sin pagar todos ellos un elevado precio por el discurso de odio de cientos de personas que los atacan constantemente por exponer ideas contrarias al pensamiento único impulsado desde los mass media occidentales y la cultura woke.
Su labor es fundamental para estar plenamente informados, salir de la caja de eco de los grandes medios de comunicación y poder formarnos un pensamiento crítico; por lo que desde esta humilde columna envío mi más sincero reconocimiento a todos los pensadores independientes que nos sirven de faro de luz a los que habitamos en la caverna de las ideas de Occidente.
Twitter: MarinievesGM @gm_marinieves
