/ domingo 10 de noviembre de 2019

Un país sin ley

Sin lugar a dudas amigo lector, el sádico asesinato que se cometió contra nueve integrantes de la familia Lebarón en Sonora, tres mujeres y seis niños, rebaso todo límite y dejó a nuestro país a los ojos del mundo como un país sumamente violento, inseguro y sin ley.

Después de que se tuvo conocimiento de este atroz crimen que rebasa todo lo inimaginable y que deja en evidencia la brutalidad con que actúan integrantes del crimen organizado, a quien no les importó que entre las víctimas había niños, y a quien de la manera más vil y cobarde materialmente masacraron, el gobierno federal de inmediato respondió y se comprometió a aclarar estos hechos; sin embargo, hasta el momento no ha habido resultados.

Aquí no importa si hubo una confusión o si se trató de unan venganza de presuntos narcos o si el ataque se dio por cuestiones religiosas como se ha dicho, aquí lo que importa es que una familia fue asesinada de manera brutal y que no hay excusa para que los criminales hayan actuado de esa manera más cuando entre las víctimas había mujeres e inocentes niños que nada tenían que ver con el problema que haya sido.

Evidentemente la estrategia que ha utilizado el gobierno federal para atacar a estos grupos delincuenciales dedicados a la venta y distribución de drogas, principalmente, ha sido fallida.

Lo que ha dicho en repetidas ocasiones el Presidente López Obrador en el sentido de que la violencia no se puede atacar con violencia y que es mejor el diálogo con estos grupos delincuenciales para evitar más derramamiento de sangre, evidentemente no es la adecuada, pues estos grupos criminales no entienden de diálogos, ni razones y actúan con toda brutalidad como lo hicieron con los integrantes de la familia LeBaron, un crimen que no tuvo nombre y que causo gran consternación en nuestro país y el resto del mundo, principalmente en Estados Unidos, dejando a nuestro país como una nación sumamente peligrosa, a la que ya casi nadie quiere visitar.

Es necesario que el gobierno federal llamase el mismo Presidente, La Marina, el Ejército, la Guardia Nacional, los mismos gobiernos de los estados y nuestro flamante Secretario de Seguridad Ciudadana adopten medidas más enérgicas para combatir a estos grupos delincuenciales. Nos leemos el domingo, alvarovem@hotmail.com

Sin lugar a dudas amigo lector, el sádico asesinato que se cometió contra nueve integrantes de la familia Lebarón en Sonora, tres mujeres y seis niños, rebaso todo límite y dejó a nuestro país a los ojos del mundo como un país sumamente violento, inseguro y sin ley.

Después de que se tuvo conocimiento de este atroz crimen que rebasa todo lo inimaginable y que deja en evidencia la brutalidad con que actúan integrantes del crimen organizado, a quien no les importó que entre las víctimas había niños, y a quien de la manera más vil y cobarde materialmente masacraron, el gobierno federal de inmediato respondió y se comprometió a aclarar estos hechos; sin embargo, hasta el momento no ha habido resultados.

Aquí no importa si hubo una confusión o si se trató de unan venganza de presuntos narcos o si el ataque se dio por cuestiones religiosas como se ha dicho, aquí lo que importa es que una familia fue asesinada de manera brutal y que no hay excusa para que los criminales hayan actuado de esa manera más cuando entre las víctimas había mujeres e inocentes niños que nada tenían que ver con el problema que haya sido.

Evidentemente la estrategia que ha utilizado el gobierno federal para atacar a estos grupos delincuenciales dedicados a la venta y distribución de drogas, principalmente, ha sido fallida.

Lo que ha dicho en repetidas ocasiones el Presidente López Obrador en el sentido de que la violencia no se puede atacar con violencia y que es mejor el diálogo con estos grupos delincuenciales para evitar más derramamiento de sangre, evidentemente no es la adecuada, pues estos grupos criminales no entienden de diálogos, ni razones y actúan con toda brutalidad como lo hicieron con los integrantes de la familia LeBaron, un crimen que no tuvo nombre y que causo gran consternación en nuestro país y el resto del mundo, principalmente en Estados Unidos, dejando a nuestro país como una nación sumamente peligrosa, a la que ya casi nadie quiere visitar.

Es necesario que el gobierno federal llamase el mismo Presidente, La Marina, el Ejército, la Guardia Nacional, los mismos gobiernos de los estados y nuestro flamante Secretario de Seguridad Ciudadana adopten medidas más enérgicas para combatir a estos grupos delincuenciales. Nos leemos el domingo, alvarovem@hotmail.com

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