/ domingo 15 de septiembre de 2019

Un elefante no pasa inadvertido

Un elefante no puede pasar inadvertido ante los ojos de ninguna persona, por muy distraído que esté, el tamaño es imposible de esconder, claro a no ser que se trate de drogas en uno de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México.

Esta semana, la policía capitalina se apuntó un logro bastante inusual, y más inusual el tratarlo de la manera que se trató. Y es que de una vecindad de la Colonia Morelos, incautaron algo así como cinco toneladas de mariguana. ¡Casi nada!

El hecho no fue fortuito, quiero pensar, un seguimiento hasta una vecindad permitió a los uniformados dar con el lugar donde esta se almacenaba, la desinformación reinó por largo rato, pues aseguraban que era una tonelada y media nada mas.

La espera se hizo larga, decenas de policías y altos mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana aguardaban afuera del inmueble a que un juez y las autoridades pertinentes llegaran al lugar con la preciada orden de cateo.

Fueron más de 12 largas horas de espera para que pudieran entrar a lo que sería uno de los decomisos más significativos en una ciudad donde por años se negó que existían los cárteles. Una ciudad tranquila donde todos los días hay ajustes de cuentas ligados a la venta de narcóticos. Aunque insistan que no hay cárteles operando.

Fue durante la madrugara que de ese inmueble de colonia popular salieron decenas de paquetes, para ser colocados en un camión, si un camión, pues la cantidad que tenían prevista se triplicó. No fue tonelada y media, sino cinco.

Esta es la ciudad donde no pasa nada, pues de manera increíble, nadie supo ni vio cuando llegó tal cantidad de estupefaciente al lugar. Increíble que tampoco la hayan olido, es como si un elefante pasara frente a las narices y nadie lo viera.

Será el sereno, decía un famoso personaje de la televisión humorística mexicana, las pruebas demuestran que hay efectividad de la policía, si, pero es David contra un Goliat que por años creció bajo el amparo de la negación. En la Ciudad de México operan grupos criminales que a simple vista, están mucho más organizados que el gobierno.

Un elefante no puede pasar inadvertido ante los ojos de ninguna persona, por muy distraído que esté, el tamaño es imposible de esconder, claro a no ser que se trate de drogas en uno de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México.

Esta semana, la policía capitalina se apuntó un logro bastante inusual, y más inusual el tratarlo de la manera que se trató. Y es que de una vecindad de la Colonia Morelos, incautaron algo así como cinco toneladas de mariguana. ¡Casi nada!

El hecho no fue fortuito, quiero pensar, un seguimiento hasta una vecindad permitió a los uniformados dar con el lugar donde esta se almacenaba, la desinformación reinó por largo rato, pues aseguraban que era una tonelada y media nada mas.

La espera se hizo larga, decenas de policías y altos mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana aguardaban afuera del inmueble a que un juez y las autoridades pertinentes llegaran al lugar con la preciada orden de cateo.

Fueron más de 12 largas horas de espera para que pudieran entrar a lo que sería uno de los decomisos más significativos en una ciudad donde por años se negó que existían los cárteles. Una ciudad tranquila donde todos los días hay ajustes de cuentas ligados a la venta de narcóticos. Aunque insistan que no hay cárteles operando.

Fue durante la madrugara que de ese inmueble de colonia popular salieron decenas de paquetes, para ser colocados en un camión, si un camión, pues la cantidad que tenían prevista se triplicó. No fue tonelada y media, sino cinco.

Esta es la ciudad donde no pasa nada, pues de manera increíble, nadie supo ni vio cuando llegó tal cantidad de estupefaciente al lugar. Increíble que tampoco la hayan olido, es como si un elefante pasara frente a las narices y nadie lo viera.

Será el sereno, decía un famoso personaje de la televisión humorística mexicana, las pruebas demuestran que hay efectividad de la policía, si, pero es David contra un Goliat que por años creció bajo el amparo de la negación. En la Ciudad de México operan grupos criminales que a simple vista, están mucho más organizados que el gobierno.

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