/ lunes 11 de mayo de 2020

Un 10 de mayo diferente para mamá

Casi todo el año, en los cementerios las tumbas permanecen abandonadas, algunas con flores secas, de fechas especiales, Día de Muertos, y quizá cumpleaños de quien ahí yace, sin embargo, el 10 de mayo, antes o después, es seguro que la mayoría de sepulcros donde quedaron mujeres, serán visitadas, limpiadas, pintadas y con flores nuevas, lo que esta vez no ocurrió porque lo impide la pandemia de Covid-19.

Así lo constató el ambiente desolado, triste y sin música de este 10 de mayo en los panteones, que fueron cerrados por al menos tres días con el fin de evitar aglomeraciones de personas, que deben cumplir con la sana distancia.

La petición ha sido clara, ”quédese en casa”, para evitar que más personas sean contagiadas del Covid-19.

En otros años, el ambiente habría sido casi como de una fiesta en estas necrópolis, donde familias enteras se dan cita en esta fecha, algunas llevan comida, una grabadora y cuando el dinero lo permite hasta un mariachi o un grupo norteño, para cantarle a la mamá, que se adelantó en el camino, pero “nos mira desde el cielo”.

Quizá esto no suceda en otra fecha, pero hoy es Día de la Madre, la mujer más importante en nuestra vida, como lo constata la derrama económica entre regalos, cenas, comidas, venta de alcohol y dulces para quien nos dio la vida.

Pese a todo, esta tuvo que ser una celebración diferente, enviarle felicitaciones por alguna de las redes sociales y la música de manera virtual.

Tan solo Iztapalapa, reportó que ante el cierre de sus diez panteones dejó de recibir a unas 130 mil personas, de ellas unas 70 mil al camposanto de San Lorenzo.

En esta alcaldía como en las otras 15 los panteones fueron cerrados para los días 9, 10 y 11 de mayo.

Únicamente se permitió la entrada para entierro, pero con las debidas medidas de sanidad, para lo cual se colocaron avisos de zona de riesgo, lavamanos y marcas en el piso para que los deudos mantuvieran la sana distancia.

Así la pandemia de Coronavirus, marca una nueva manera de vivir, al menos hasta que haya la seguridad de reactivar las actividades con la seguridad que no habrá contagios masivos de Covid-19.

Sígueme en twitter @Antoniodemarcel

Escríbeme a antonio.marcelo@oem.com.mx

Casi todo el año, en los cementerios las tumbas permanecen abandonadas, algunas con flores secas, de fechas especiales, Día de Muertos, y quizá cumpleaños de quien ahí yace, sin embargo, el 10 de mayo, antes o después, es seguro que la mayoría de sepulcros donde quedaron mujeres, serán visitadas, limpiadas, pintadas y con flores nuevas, lo que esta vez no ocurrió porque lo impide la pandemia de Covid-19.

Así lo constató el ambiente desolado, triste y sin música de este 10 de mayo en los panteones, que fueron cerrados por al menos tres días con el fin de evitar aglomeraciones de personas, que deben cumplir con la sana distancia.

La petición ha sido clara, ”quédese en casa”, para evitar que más personas sean contagiadas del Covid-19.

En otros años, el ambiente habría sido casi como de una fiesta en estas necrópolis, donde familias enteras se dan cita en esta fecha, algunas llevan comida, una grabadora y cuando el dinero lo permite hasta un mariachi o un grupo norteño, para cantarle a la mamá, que se adelantó en el camino, pero “nos mira desde el cielo”.

Quizá esto no suceda en otra fecha, pero hoy es Día de la Madre, la mujer más importante en nuestra vida, como lo constata la derrama económica entre regalos, cenas, comidas, venta de alcohol y dulces para quien nos dio la vida.

Pese a todo, esta tuvo que ser una celebración diferente, enviarle felicitaciones por alguna de las redes sociales y la música de manera virtual.

Tan solo Iztapalapa, reportó que ante el cierre de sus diez panteones dejó de recibir a unas 130 mil personas, de ellas unas 70 mil al camposanto de San Lorenzo.

En esta alcaldía como en las otras 15 los panteones fueron cerrados para los días 9, 10 y 11 de mayo.

Únicamente se permitió la entrada para entierro, pero con las debidas medidas de sanidad, para lo cual se colocaron avisos de zona de riesgo, lavamanos y marcas en el piso para que los deudos mantuvieran la sana distancia.

Así la pandemia de Coronavirus, marca una nueva manera de vivir, al menos hasta que haya la seguridad de reactivar las actividades con la seguridad que no habrá contagios masivos de Covid-19.

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