/ jueves 22 de agosto de 2024

Tendencias Económicas y Financieras / Tan lejos de Dinamarca

A cinco semanas de que concluya la actual administración, tener un sistema de salud pública como el de Dinamarca, junto con mayor seguridad, ha sido una de las promesas que no cumplió López Obrador e incluso, de acuerdo con las cifras de CONEVAL hubo un evidente retroceso ya que por lo menos 20 millones de mexicanos se quedaron sin acceso a servicios de salud.

Dice el dicho que prometer no empobrece, cumplir es el problema. Y en efecto mientras que Dinamarca, Noruega, Suecia o Canadá tienen sistemas de salud pública eficientes y donde todos los habitantes pueden ir a un hospital de alta especialidad para ser atendidos sin gastar un centavo; en México esto no es posible entre tanto no se tomen acciones muy importantes en el sexenio de la Presidente Electa Claudia Sheinbaum. Si no lo hace, el sistema de salud será ineficaz para millones de mexicanos y, prácticamente, se les sentenciará a muerte mientras esperan meses para recibir un diagnóstico de cáncer o de otros cientos de enfermedades.

Mientras que en Estados Unidos si una persona sufre un infarto al entrar a un hospital, las probabilidades de morir son de apenas 2.0%, en México esas probabilidades aumentan al 50% dadas las enormes carencias que tiene el sistema de salud pública mexicano, donde los hospitales han dejado morir a muchos pacientes en las salas de espera de los mismos nosocomios.

El problema no son decisiones políticas, el principal inconveniente es que el gobierno de México no recauda lo suficiente para destinar ese dinero a mejorar las instalaciones, comprar insumos, dar mantenimiento adecuado a las construcciones, aparatos y todo lo que requiere un hospital para su funcionamiento óptimo.

En los últimos 6 años, el porcentaje que gasta el gobierno en salud pública bajó 20% a diferencia a lo que se gastaba en 2018, mientras que se multiplicó por 5 veces, el dinero que reparte el gobierno en apoyos de forma directa a la población. Para corregir estas deficiencias, una opción podría ser no subir las pensiones en el próximo sexenio, mantenerlas en 3,000 pesos al mes y subir el presupuesto para salud para así solventar un poco la inoperancia del sistema. Por ejemplo, los costos de una cirugía barata pueden valer 60,000 pesos, un cáncer que podría ser tratable, alrededor de unos 500,000 pesos; por lo que, es imposible que con el apoyo que reciben los adultos mayores paguen esos tratamientos.

Otra opción sería cerrar 3 a 4 refinerías de Pemex y el dinero que se usa para subsidiarlas, invertirlo en salud pública. Entre 2018 y 2024, el gobierno le ha dado a Pemex 1.6 billones de pesos, equivalente a todo el presupuesto de salud de este sexenio.

Lo ideal sería cerrar refinerías que sólo producen pérdidas y usar ese dinero en medicinas, hospitales y salud, cambiaría la vida de por lo menos 50 millones de mexicanos, por lo que no debería ser difícil tomar esa decisión si realmente le interesa a la 4T los más pobres.


Carlos López Jones

Director de Consultoría en Tendencias.com.mx

Twitter: @Carloslopezjone

A cinco semanas de que concluya la actual administración, tener un sistema de salud pública como el de Dinamarca, junto con mayor seguridad, ha sido una de las promesas que no cumplió López Obrador e incluso, de acuerdo con las cifras de CONEVAL hubo un evidente retroceso ya que por lo menos 20 millones de mexicanos se quedaron sin acceso a servicios de salud.

Dice el dicho que prometer no empobrece, cumplir es el problema. Y en efecto mientras que Dinamarca, Noruega, Suecia o Canadá tienen sistemas de salud pública eficientes y donde todos los habitantes pueden ir a un hospital de alta especialidad para ser atendidos sin gastar un centavo; en México esto no es posible entre tanto no se tomen acciones muy importantes en el sexenio de la Presidente Electa Claudia Sheinbaum. Si no lo hace, el sistema de salud será ineficaz para millones de mexicanos y, prácticamente, se les sentenciará a muerte mientras esperan meses para recibir un diagnóstico de cáncer o de otros cientos de enfermedades.

Mientras que en Estados Unidos si una persona sufre un infarto al entrar a un hospital, las probabilidades de morir son de apenas 2.0%, en México esas probabilidades aumentan al 50% dadas las enormes carencias que tiene el sistema de salud pública mexicano, donde los hospitales han dejado morir a muchos pacientes en las salas de espera de los mismos nosocomios.

El problema no son decisiones políticas, el principal inconveniente es que el gobierno de México no recauda lo suficiente para destinar ese dinero a mejorar las instalaciones, comprar insumos, dar mantenimiento adecuado a las construcciones, aparatos y todo lo que requiere un hospital para su funcionamiento óptimo.

En los últimos 6 años, el porcentaje que gasta el gobierno en salud pública bajó 20% a diferencia a lo que se gastaba en 2018, mientras que se multiplicó por 5 veces, el dinero que reparte el gobierno en apoyos de forma directa a la población. Para corregir estas deficiencias, una opción podría ser no subir las pensiones en el próximo sexenio, mantenerlas en 3,000 pesos al mes y subir el presupuesto para salud para así solventar un poco la inoperancia del sistema. Por ejemplo, los costos de una cirugía barata pueden valer 60,000 pesos, un cáncer que podría ser tratable, alrededor de unos 500,000 pesos; por lo que, es imposible que con el apoyo que reciben los adultos mayores paguen esos tratamientos.

Otra opción sería cerrar 3 a 4 refinerías de Pemex y el dinero que se usa para subsidiarlas, invertirlo en salud pública. Entre 2018 y 2024, el gobierno le ha dado a Pemex 1.6 billones de pesos, equivalente a todo el presupuesto de salud de este sexenio.

Lo ideal sería cerrar refinerías que sólo producen pérdidas y usar ese dinero en medicinas, hospitales y salud, cambiaría la vida de por lo menos 50 millones de mexicanos, por lo que no debería ser difícil tomar esa decisión si realmente le interesa a la 4T los más pobres.


Carlos López Jones

Director de Consultoría en Tendencias.com.mx

Twitter: @Carloslopezjone