/ martes 17 de mayo de 2022

Superar la homofobia

Desde niño, cuando Javier comenzó a sentir atracción por otros niños hizo lo posible para que le gustaran las niñas. En su casa, su padre llamaba “engendros” a los homosexuales, y en ese ambiente creció, creyendo que era uno “de ellos”.

Hace ocho meses, ya con 16 años de edad, conoció a otro adolescente, se enamoró y, entonces, decidió salir del clóset. “Mi papá me echó de la casa cuando le dije que me gustaban los hombres”, dice el joven, quien ahora, a escondidas, recibe ayuda de su madre y hermana.

“Es muy doloroso que mi propio padre me considere un ‘engendro’… sé que él es de otra generación, pero eso no es justificación para el rechazo”.

Las palabras de Javier —un nombre ficticio que protege su identidad— nos llevan a recordar que apenas en 1990 la ONU eliminó la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales. Catorce años después, el 17 de mayo de 2004, proclamó esta fecha como el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia. Es decir, quienes nacieron antes de los 90 y se identificaban como homosexuales, eran considerados “enfermos”.

Los conceptos hacen alusión al miedo, odio, incomodidad hacia las personas que son lesbianas, gay, bisexuales o transgénero. Ahora, a tres décadas de que se decretara la efeméride, ciudadanía y autoridades impulsan una sociedad más justa e igualitaria. No se trata solo de tolerancia, “se trata de un asunto de igualdad, de reconocimiento del otro, de la otra; de reconocimiento de Derechos”, como lo ha expresado en diferentes ocasiones la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

Hoy, la homofobia es todavía una de las principales causas de exclusión. Una encuesta realizada por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (COPRED), a cargo de Geraldina González de la Vega, identifica que el 82% de las y los ciudadanos considera que ser gay es una de las principales razones de discriminación en la capital mexicana, detrás de ser pobre (83.5%). La cifra es contundente, pero también es alentador que el 77% afirme que se puede hacer mucho o algo por erradicarla.

Datos del Consejo Ciudadano sobre los reportes recibidos en la Línea Diversidad Segura (800 000 5428), señalan que los problemas familiares, que incluyen falta de comunicación, rechazo o agresiones, son la segunda causa por la que integrantes de la comunidad LGBT+ buscan apoyo psicológico.

El espacio donde ellas y ellos deberían sentirse más seguros y arropados es, justamente, uno de los lugares donde encuentran mayor oposición a sus preferencias, como en el caso de Javier. Una realidad que ya es tiempo de superar.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

Desde niño, cuando Javier comenzó a sentir atracción por otros niños hizo lo posible para que le gustaran las niñas. En su casa, su padre llamaba “engendros” a los homosexuales, y en ese ambiente creció, creyendo que era uno “de ellos”.

Hace ocho meses, ya con 16 años de edad, conoció a otro adolescente, se enamoró y, entonces, decidió salir del clóset. “Mi papá me echó de la casa cuando le dije que me gustaban los hombres”, dice el joven, quien ahora, a escondidas, recibe ayuda de su madre y hermana.

“Es muy doloroso que mi propio padre me considere un ‘engendro’… sé que él es de otra generación, pero eso no es justificación para el rechazo”.

Las palabras de Javier —un nombre ficticio que protege su identidad— nos llevan a recordar que apenas en 1990 la ONU eliminó la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales. Catorce años después, el 17 de mayo de 2004, proclamó esta fecha como el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia. Es decir, quienes nacieron antes de los 90 y se identificaban como homosexuales, eran considerados “enfermos”.

Los conceptos hacen alusión al miedo, odio, incomodidad hacia las personas que son lesbianas, gay, bisexuales o transgénero. Ahora, a tres décadas de que se decretara la efeméride, ciudadanía y autoridades impulsan una sociedad más justa e igualitaria. No se trata solo de tolerancia, “se trata de un asunto de igualdad, de reconocimiento del otro, de la otra; de reconocimiento de Derechos”, como lo ha expresado en diferentes ocasiones la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

Hoy, la homofobia es todavía una de las principales causas de exclusión. Una encuesta realizada por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (COPRED), a cargo de Geraldina González de la Vega, identifica que el 82% de las y los ciudadanos considera que ser gay es una de las principales razones de discriminación en la capital mexicana, detrás de ser pobre (83.5%). La cifra es contundente, pero también es alentador que el 77% afirme que se puede hacer mucho o algo por erradicarla.

Datos del Consejo Ciudadano sobre los reportes recibidos en la Línea Diversidad Segura (800 000 5428), señalan que los problemas familiares, que incluyen falta de comunicación, rechazo o agresiones, son la segunda causa por la que integrantes de la comunidad LGBT+ buscan apoyo psicológico.

El espacio donde ellas y ellos deberían sentirse más seguros y arropados es, justamente, uno de los lugares donde encuentran mayor oposición a sus preferencias, como en el caso de Javier. Una realidad que ya es tiempo de superar.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres