Marcharon los alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en sus gritos había rabia, dolor e impotencia. No es para menos, en esa entidad fueron privados de su libertad y asesinados tres estudiantes de Medicina, de esta casa de estudios, y un conductor de la aplicación Uber.
Se supone que la población ha dejado los taxis convencionales, por la inseguridad que se vive, y ahora prefieren esos vehículos particulares, que se pueden rastrear con el teléfono.
Pero falta mucho para que haya verdadera seguridad, ante una delincuencia que al parecer va siempre un paso adelante de los encargados de ofrecer seguridad, y ni estas medidas de transporte evitan tragedias como la vivienda en esta ciudad de Puebla.
Frente a este panorama, pero sobre todo enojados por la muerte de estas cuatro personas, los alumnos de la BUAP tomaron las calles con la exigencia a las autoridades para que apliquen acciones eficaces, que pongan un alto a esta ola de violencia y muertes.
Las calles de Puebla de los Ángeles se pintaron de blanco, ellos con sus batas de médicos lo mismo que ellas portaron sus pancartas, con las manos pintadas de rojo en señal de la sangre derramada, un movimiento apartidista, con el que piden un alto a las agresiones.
En esta manifestación hubo varias consignas, aunque un par de palabras lograron englobar el sentimiento unánime “Ya basta”.
Los alumnos salieron desde la Facultad de Medicina, donde dejaron un letrero “Cerrado por inseguridad” y se fueron a la marcha contra el gobierno del estado, en demanda de seguridad.
El paro durará tres días y a este se suman otras facultades como Enfermería y Fisioterapia, además de maestros y ciudadanos que fueron testigos de las lágrimas de algunos estudiantes, ante el sangriento hecho.
Sueños truncados por la codicia de un ser, a quien no le importó arrancar la vida a estas cuatro personas para llevarse unos cuantos pesos, manchados con la sangre de buenas personas.
Sígueme en twitter @Antoniodemarcel
En el correo antonio.marcelo@oem.com.mx
