El próximo domingo México inicia una ruta nunca vista en la época reciente, aún con el ex poderoso Partido Revolucionario Institucional.
El régimen iniciado por Andrés Manuel López Obrador, no solo detentará la Presidencia con Claudia Sheinbaum a partir del 1 de octubre.
Una vez que entre en funciones el primer periodo de sesiones del Congreso federal, el mundo de la política tendrá otro matiz.
Ambas cámaras, la de Diputados y el Senado de la República, serán dominadas por un solo liderazgo los siguientes tres años.
Por lo que toca al Senado, si nada cambia está previsto que la coordinación de Morena y la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), esté los próximos seis años en manos de Adán Augusto López, paisano y amigo de López Obrador.
La sorpresa para presidir la Cámara Alta el primer año, la dio el polémico Gerardo Fernández Noroña.
Al final cobró sentido su berrinche al reclamar mejor trato, toda vez que en las encuestas de las “corcholatas” estuvo por arriba de Ricardo Monreal Ávila, premiado con la coordinación de Morena en San Lázaro.
Y efectivamente en la Cámara de Diputados, todo el escenario está listo para que Monreal detente poderes supremos dado el exceso de sobrerrepresentación.
Más aún todavía, el Partido Verde “le obsequió” al morenismo 15 legisladores, a fin de que el partido en el gobierno, tenga el control de la Jucopo los siguientes tres años.
Ese arrollador dominio, los llevó a encumbrar a Ifigenia Martínez, como presidenta de la Mesa Directiva durante un año.
Martínez será quien imponga la banda presidencial a Claudia Sheinbaum una vez que el político de Tabasco sea despojado de la misma.
La duda que está en el aire es si con ese poder absoluto, cumplirán las órdenes del Presidente saliente para aprobar la polémica reforma judicial.
Lo cierto es que a estas alturas, el poder en México, López Obrador -quiera o no-, ya lo comparte con la presidenta entrante.
Pero no sólo eso, ha convertido en poderosos políticos a Monreal y Adán Augusto. Con el primero Obrador tuvo diferencias por no acatar sus órdenes.
A ese reparto de poder se suma la gestación de fuertes corrientes políticas, muy similares a las del perredismo, pero con mayor solidez, influencia y por ende peligro.
La principal corriente es la obradorista, encabezada por el Presidente que conservará el control del partido, al menos en el inicio del gobierno entrante.
A partir de esa poderosa tribu, se desprenden otra corriente que se está creando en torno a la Presidenta, donde hay de todo: gobernadores, secretarios de Estado, alcaldes, diputados y senadores.
Hay otros grupos con menos influencia pero con pesos específicos, como las de Marcelo Ebrard, Martí Batres y René Bejarano, entre otras tantas que confluyen en el bloque de “los puros”.
PROSPECCIÓN… Nos informan que la postura expresada hace unos días por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dirigida a la autoridad electoral buscando evitar una posible sobrerrepresentación de Morena y sus aliados en el Congreso, no solo generó una respuesta crítica por parte del Presidente de la República, sino también habría desatado controversia dentro del sector empresarial, entre aquellos que buscan mantener la estabilidad y el diálogo, y otros que abiertamente han optado por el enfrentamiento y la confrontación. Nos señalan que estas tensiones reflejan diferencias ideológicas y ambiciones personales, especialmente en el contexto de la sucesión en la presidencia del CCE. Entre los protagonistas de este conflicto se mencionan a figuras como Juan Cortina Gallardo, Bosco de la Vega, y Rolando Vega Sáenz, quienes estarían impulsando una postura más confrontativa. Aunado a todo ello hay quienes ven esta disputa vinculada a relaciones políticas y personales de algunos dirigentes. Es el caso de Bosco de la Vega quien mantiene gran cercanía con la sobrina de Carlos Salinas de Gortari quien, junto con Felipe Calderón, es enemigo histórico del presidente López Obrador.
X: @JoelSaucedo