El Presidente que todo lo quiere dominar, controlar, polarizar, dividir y decidir, no puede disciplinar el partido de su creación.
Un partido que se quedó estancado en movimiento, difícilmente alcanzará la madurez necesaria para conservar el poder.
A ocho años del surgimiento de Morena y cuatro de haber ganado la Presidencia, se encuentra sumido en un espiral de disputas internas por su control.
De entrada su actual presidente Mario Delgado, arrastra acusaciones de haber sido financiado con recursos de procedencia ilícita para alcanzar el cargo.
Las encuestas para elegir a los candidatos a gobernador, nunca se hicieron o al menos no se conocieron detalles de los resultados.
En eso pesa más el amiguismo, compadrazgos y las cuotas para los cuates, aunque digan y pregonen que hay democracia.
Las acusaciones de desaseo salen a flote de inmediato y de las cuales hay registro en los diversos medios de comunicación.
Como ejemplo está el caso de la elección como candidato del senador Félix Salgado Macedonio, denostado por acusaciones de índole sexual.
López Obrador siempre lo defendió, hasta que las autoridades electorales echaron abajo su candidatura para el gobierno de Guerrero.
Irma Eréndira Sandoval, orquestó una campaña de desprestigio en contra de Salgado Macedonio, con la pretensión de sentar en la gubernatura a su hermano Pablo Amilcar.
Dicha osadía le costó el cargo a Irma Eréndira, como secretaria de la Función Pública. Perdió ante el consentido del Presidente, quien impuso como candidata a Evelyn hija de Salgado.
Ese es sólo un ejemplo de quién decide en Morena. Su presidente Mario Delgado acude regularmente a Palacio Nacional a recibir línea.
El adelantado destape de los preferidos de López Obrador desató una lucha intestina a la que no se le verá fin en el corto plazo. Al contrario.
Aunque diga lo opuesto, la consentida del inquilino de Palacio Nacional es la jefa de gobierno, Claudia Sheibaum quien ha usado la tragedia del Metro para endilgarle responsabilidades al equipo de su poderoso adversario Marcelo Ebrard.
Cual maestro de la polarización y la división, López Obrador no se tocó el corazón para regañar en cadena nacional al canciller Ebrard.
“Cuando se habla de que no hay piso parejo, eso es un menosprecio a la gente, porque ya nadie se deja manipular; que no se deje eso como excusa”, dijo en su conferencia de prensa del martes 26 de julio.
Directo el mensaje hacia Marcelo: “no hay dados cargados, no hay cartas marcadas”. Y aclaró que no habrá ninguna señal de su parte; la única señal será la de la gente a través de la encuesta para elegir candidato.
Pero si las cosas son como dice, entonces en estos momentos Morena ya tendría candidato a la Presidencia en la figura de Ebrard, pues es quien sale mejo mejor posicionado en la mayoría de los sondeos.
Es decir, que la encuesta para el canciller tendría que ser solo de trámite, debido a que en 2011 le ganó en el sondeo a López Obrador, según reveló recientemente uno de los actores involucrados, pero cedió a los amagos del tabasqueño.
¿Le temblarán las corvas de nuevo a Ebrard? ¿Saldará su deuda López Obrador con Marcelo?
En Morena se cierne una división que no tendrá retorno y será de pronósticos reservados.
PROSPECCIÓN… Por cierto en el Metro, además de los incendios y contratiempos cotidianos, empresarios denunciaron al director de Administración, Fidel Rodríguez, por favorecer abiertamente a un grupo de empresas que estando inhabilitadas por el propio Metro y ligadas a funcionarios y ex servidores públicos, les permiten laborar sin restricción alguna. Tal es el caso de King Mar, Distribuidora Campero, Grupo Corinto, Famed y Suministros Selectos. Este hecho perjudica claramente las acciones de confianza y libre competencia que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum ha construido con el empresariado a lo largo de su administración. Rodríguez es también señalado por secuestrar el presupuesto de la dependencia. Los emprendedores esperan que se tomen medidas para solucionar este asunto.
Twitter: @JoelSaucedo
