/ miércoles 11 de septiembre de 2024

Sin Protocolo / La anunciada crónica

Al final al de cuentas la Cámara de Senadores, sometió a consideración del pleno la reforma judicial.

Un entorno de tensión, crispación e incertidumbre circundó el inicio de la discusión en el pleno de Colosio de Reforma e Insurgentes.

El operador de todo ese entramado de diferencias y discrepancias, fue el senador Adán Augusto López, paisano del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin duda se requiere de habilidad y astucia para poder transitar entre viejos lobos de la política, donde todo se vale.

Las artes de la traición y la intimidación suelen usarse como un vehículo fácil de alcanzar.

En el pasado los viejos políticos priistas solían presumir que no hay nada más barato que lo que se puede comprar con dinero.

Hay que añadir que hoy lo más barato que puede conseguirse de un político es a través de amagos, chantaje y carpetas de investigación que pueden derivar en prisión y inhabilitaciones.

Con 96 senadores, el pleno del Senado mexicano abrió la sesión en la que aprobará la reforma constitucional al Poder Judicial.

En las últimas horas, ahí se tejieron una y mil historias. Presiones y amagos, fueron la válvula de escape para conseguir la mayoría calificada en beneficio del oficialismo.

Solo un voto le hacía falta al poderoso bloque morenista y aliados, convertidos en una maquinaria prácticamente invencible.

El primer paso se dio después de que apareció el ex gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, asumiendo el escaño de su hijo previa licencia.

Paralelamente, la Comisión de Prerrogativas del INE invalidó los cambios a los estatutos del PRI, que permitieron reelección de Alejandro Moreno.

Pese a ello, la bancada tricolor se mantuvo firme en contra de la reforma judicial. Temprano, Alito y sus senadores anunciaron su voto en contra.

El martes negro, así fue calificado este día, donde quedó para la historia el más grande atropello a una de las instituciones que forma para de uno de los poderes del Estado.

Un bloque mayoritario se impuso en la Cámara de Diputados y ahora en el Senado, imprimiendo un sello de estilo autoritario.

La oposición (PAN y PRI) hizo intentos por demás desesperados para frenar esa locomotora cargada de autoritarismo y máscara de transformación.

Un maratón de intervenciones le puso el ingrediente de un parlamento de engañosa apariencia plural, porque al final de cuentas, el resultado ya estaba escrito.


La crónica estaba anunciada solo faltaba trazar con seguridad la ruta.

PROSPECCIÓN… Lo que le faltaba a la repudiada reforma judicial, fue la irrupción de los manifestantes en la sede de la Cámara Alta, cuando discutían en el pleno la minuta procedente de la Cámara de Diputados. El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña se vio obligado a suspender la sesión. Pero al poco tiempo, convocó a reanudar la sesión en el recinto alterno de Xicoténcatl. Los elegantes manifestantes, en su mayoría profesionistas, lograron pasar la barrera del Senado, prácticamente impenetrable.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

Al final al de cuentas la Cámara de Senadores, sometió a consideración del pleno la reforma judicial.

Un entorno de tensión, crispación e incertidumbre circundó el inicio de la discusión en el pleno de Colosio de Reforma e Insurgentes.

El operador de todo ese entramado de diferencias y discrepancias, fue el senador Adán Augusto López, paisano del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin duda se requiere de habilidad y astucia para poder transitar entre viejos lobos de la política, donde todo se vale.

Las artes de la traición y la intimidación suelen usarse como un vehículo fácil de alcanzar.

En el pasado los viejos políticos priistas solían presumir que no hay nada más barato que lo que se puede comprar con dinero.

Hay que añadir que hoy lo más barato que puede conseguirse de un político es a través de amagos, chantaje y carpetas de investigación que pueden derivar en prisión y inhabilitaciones.

Con 96 senadores, el pleno del Senado mexicano abrió la sesión en la que aprobará la reforma constitucional al Poder Judicial.

En las últimas horas, ahí se tejieron una y mil historias. Presiones y amagos, fueron la válvula de escape para conseguir la mayoría calificada en beneficio del oficialismo.

Solo un voto le hacía falta al poderoso bloque morenista y aliados, convertidos en una maquinaria prácticamente invencible.

El primer paso se dio después de que apareció el ex gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, asumiendo el escaño de su hijo previa licencia.

Paralelamente, la Comisión de Prerrogativas del INE invalidó los cambios a los estatutos del PRI, que permitieron reelección de Alejandro Moreno.

Pese a ello, la bancada tricolor se mantuvo firme en contra de la reforma judicial. Temprano, Alito y sus senadores anunciaron su voto en contra.

El martes negro, así fue calificado este día, donde quedó para la historia el más grande atropello a una de las instituciones que forma para de uno de los poderes del Estado.

Un bloque mayoritario se impuso en la Cámara de Diputados y ahora en el Senado, imprimiendo un sello de estilo autoritario.

La oposición (PAN y PRI) hizo intentos por demás desesperados para frenar esa locomotora cargada de autoritarismo y máscara de transformación.

Un maratón de intervenciones le puso el ingrediente de un parlamento de engañosa apariencia plural, porque al final de cuentas, el resultado ya estaba escrito.


La crónica estaba anunciada solo faltaba trazar con seguridad la ruta.

PROSPECCIÓN… Lo que le faltaba a la repudiada reforma judicial, fue la irrupción de los manifestantes en la sede de la Cámara Alta, cuando discutían en el pleno la minuta procedente de la Cámara de Diputados. El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña se vio obligado a suspender la sesión. Pero al poco tiempo, convocó a reanudar la sesión en el recinto alterno de Xicoténcatl. Los elegantes manifestantes, en su mayoría profesionistas, lograron pasar la barrera del Senado, prácticamente impenetrable.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

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