/ jueves 4 de agosto de 2022

Sin protocolo | El gran engaño

La elección interna de Morena el pasado fin de semana, resultó ser el más grande de los engaños tanto para la ciudadanía como para sus propios militantes.

Todos tenían la esperanza de que se trataría de un ejercicio verdaderamente democrático, elogiado incluso por algunos analistas.

Nada más alejado de la realidad. El único y verdadero artífice de lo ocurrido el sábado 30 y domingo 31 de julio, fue el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Obvio que si algún reportero le pregunta, responderá que no es igual que los anteriores y que fue un ejercicio democrático abierto al pueblo.

De Palacio Nacional salió la estrategia y las órdenes de cómo y de qué manera se llevaría al cabo la jornada electiva en los 300 distritos del país.

López Obrador puso en operación a su ejército personal de los servidores de la nación, cercano a los 20 mil funcionarios que dependen directamente de él.

Los puso a las órdenes de los gobernadores, con la indicación estricta de inducir el voto hacia determinados prospectos que resultaron consejeros electos.

Así es como se explica que los ganadores de la contienda hayan sido los mandatarios estatales.

Todos esos consejeros responderán de manera directa del Presidente, quien llegado el momento inclinará la votación para elegir candidata al 2024 a Claudia Sheinbaum.

Esta información fue ventilada desde Palacio Nacional, y a la que tuvo acceso quien esto redacta.

¿Y por qué hubo entonces trifulcas, acarreo, compra de votos y demás vicios del pasado que se creían desterrados?

Simple, la disputa se generó por los cargos que van en orden descendente y que pasan por la renovación de seis gubernaturas.

Hay que recordar que en 2024, también se renovará la Cámara de Diputados, con sus 500 integrantes y el Senado con 128 escaños.

Al desplegar esa poderosa maquinara también llamada burocracia dorada, el Presidente eclipsó a los dirigentes formales de Morena, Mario Delgado y

Citlalli Hernández, convirtiéndolos en sus títeres.

Incluso llegó al exceso de felicitarlos porque sólo se cancelaron 19 de los 553 centros de votación de todo el país, que arrojaron 2.5 millones de votantes.

Y de los 300 distritos, sólo se anularon cinco. El mandatario admitió que no le correspondía dar esa información pero la dio en su conferencia matutina.

Además de Presidente de la República, el político de Tabasco se erigió en público y sin rubor como el verdadero dirigente nacional de Morena.

Involucrado directamente en las decisiones de su partido, ofreció detalles y presumió la jornada. Sólo le faltó felicitarse a sí mismo.

De hecho tiene elementos para hacerlo. Para este año el clientelismo electoral, está alimentado con 432 mil millones de pesos, casi medio billón de pesos para 23 millones de beneficiarios.

Aquí no hay espacio para la austeridad. La pobreza franciscana no existe. Por ejemplo en el 2019, el monto destinado a los programas sociales ascendió a 220 mil millones de pesos.

En 2020, el monto se elevó a 292 mil, una cifra por demás escalofriante. Para 2021, subió a 323 mil y este año quedó en los increíbles 432 mil millones de pesos.

Todos esos recursos manejados y controlados por los ya conocidos “vividores de la nación”, que han sido basificados, cuentan con prestaciones y viáticos sin comprobar. Esa es la austeridad en la 4T.

PROSPECCIÓN… El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al Senado y a su Junta de Coordinación Política (Jucopo) integrar al PRD que coordina el senador Miguel Ángel Mancera a la Comisión Permanente, bajo el principio de máxima representación efectiva, a fin de que se asegure que dicho órgano parlamentario se encuentre representado de manera plural y proporcional por todos los grupos parlamentarios.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx


La elección interna de Morena el pasado fin de semana, resultó ser el más grande de los engaños tanto para la ciudadanía como para sus propios militantes.

Todos tenían la esperanza de que se trataría de un ejercicio verdaderamente democrático, elogiado incluso por algunos analistas.

Nada más alejado de la realidad. El único y verdadero artífice de lo ocurrido el sábado 30 y domingo 31 de julio, fue el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Obvio que si algún reportero le pregunta, responderá que no es igual que los anteriores y que fue un ejercicio democrático abierto al pueblo.

De Palacio Nacional salió la estrategia y las órdenes de cómo y de qué manera se llevaría al cabo la jornada electiva en los 300 distritos del país.

López Obrador puso en operación a su ejército personal de los servidores de la nación, cercano a los 20 mil funcionarios que dependen directamente de él.

Los puso a las órdenes de los gobernadores, con la indicación estricta de inducir el voto hacia determinados prospectos que resultaron consejeros electos.

Así es como se explica que los ganadores de la contienda hayan sido los mandatarios estatales.

Todos esos consejeros responderán de manera directa del Presidente, quien llegado el momento inclinará la votación para elegir candidata al 2024 a Claudia Sheinbaum.

Esta información fue ventilada desde Palacio Nacional, y a la que tuvo acceso quien esto redacta.

¿Y por qué hubo entonces trifulcas, acarreo, compra de votos y demás vicios del pasado que se creían desterrados?

Simple, la disputa se generó por los cargos que van en orden descendente y que pasan por la renovación de seis gubernaturas.

Hay que recordar que en 2024, también se renovará la Cámara de Diputados, con sus 500 integrantes y el Senado con 128 escaños.

Al desplegar esa poderosa maquinara también llamada burocracia dorada, el Presidente eclipsó a los dirigentes formales de Morena, Mario Delgado y

Citlalli Hernández, convirtiéndolos en sus títeres.

Incluso llegó al exceso de felicitarlos porque sólo se cancelaron 19 de los 553 centros de votación de todo el país, que arrojaron 2.5 millones de votantes.

Y de los 300 distritos, sólo se anularon cinco. El mandatario admitió que no le correspondía dar esa información pero la dio en su conferencia matutina.

Además de Presidente de la República, el político de Tabasco se erigió en público y sin rubor como el verdadero dirigente nacional de Morena.

Involucrado directamente en las decisiones de su partido, ofreció detalles y presumió la jornada. Sólo le faltó felicitarse a sí mismo.

De hecho tiene elementos para hacerlo. Para este año el clientelismo electoral, está alimentado con 432 mil millones de pesos, casi medio billón de pesos para 23 millones de beneficiarios.

Aquí no hay espacio para la austeridad. La pobreza franciscana no existe. Por ejemplo en el 2019, el monto destinado a los programas sociales ascendió a 220 mil millones de pesos.

En 2020, el monto se elevó a 292 mil, una cifra por demás escalofriante. Para 2021, subió a 323 mil y este año quedó en los increíbles 432 mil millones de pesos.

Todos esos recursos manejados y controlados por los ya conocidos “vividores de la nación”, que han sido basificados, cuentan con prestaciones y viáticos sin comprobar. Esa es la austeridad en la 4T.

PROSPECCIÓN… El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al Senado y a su Junta de Coordinación Política (Jucopo) integrar al PRD que coordina el senador Miguel Ángel Mancera a la Comisión Permanente, bajo el principio de máxima representación efectiva, a fin de que se asegure que dicho órgano parlamentario se encuentre representado de manera plural y proporcional por todos los grupos parlamentarios.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx