/ jueves 26 de septiembre de 2024

Sin Protocolo / El final

Llegó el fin de una época política que buscó transformar el poder, pero el corolario no es precisamente feliz.

Andrés Manuel López Obrador se obsesionó en alcanzar la Presidencia de la República durante más de 20 años.

Llegó a la Ciudad de México, de manera atropellada como jefe de gobierno, porque incumplía el requisito de residencia.

Sin embargo, tuvo enfrente al rival ideal en la persona de Vicente Fox, un mandatario dicharachero que encumbró al tabasqueño con sus ataques.

Tarde se dio cuenta Fox de su error y por todos los medios buscó acabar con López Obrador, mediante un fallido desafuero.

Para ese momento, los índices de popularidad del oriundo de Macuspana se encontraban por las nubes.

Tal vez por ello, a la fecha no ha superado que en 2006, Felipe Calderón haya quedado al frente de la Presidencia. A la fecha lo obsesiona y alucina.

Luego vino otra campaña presidencial, en este caso con Enrique Peña Nieto, quien también lo derrotó.

Pero en ese sexenio consolidó su propio partido denominado Morena y durante la primera elección de 2015 se levantó como una revelación.

Para 2018, Morena alcanzó la mayoría de edad como fuerza política dominante.

Andrés Manuel triunfó con 30 millones de votos. No necesitó de coaligarse con ninguna fuerza política para gobernar.

Durante seis años aceitó una maquinaria de la manipulación y mentira, provocando división y polarización.

Impulsó un proceso electoral al margen de la ley, llevando como aspirante desde un inicio a Claudia Sheinbaum.

Para las elecciones federales de este año, la ex jefa de gobierno se convirtió en la persona más votada con 36 millones de sufragios.

¿Se jubilará feliz López Obrador? ¿En realidad se convertirá en un ermitaño en su rancho de Palenque? ¿O seguirá manejando los hilos del poder?

Hay múltiples escenarios posibles, que se han escuchado en los corrillos políticos. Todo es factible en política. Ejemplo de ello hay de sobra.

Por lo pronto, a López Obrador le restan escasas horas de poder. La trasmutación está por concluir. El bastón de mando que entregó, desaparecerá en definitiva.

El próximo 1 de octubre habrá de desalojar Palacio Nacional, histórico inmueble que lo ocupará una nueva familia.

Y así será. Hay indicios de que habrá un nuevo paradigma en el ejercicio del gobierno federal.

Eso se nota. Se empieza a respirar nuevo oxígeno político. Al menos eso es ganancia para un país sumido en múltiples y críticos momentos.

PROSPECCIÓN… Durante la sesión de este miércoles, el pleno del Senado de la República aprobó la licencia que solicitaron Omar García Harfuch, Ernestina Godoy Ramos y Citlalli Hernández Mora, para separarse de sus funciones legislativas por tiempo indefinido. Los tres senadores se separarán de sus funciones legislativas a partir del 30 de septiembre, porque al día siguiente se incorporarán al gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum. Por cierto, hay versiones que apuntan a que César Yañez, será el vocero en la Presidencia.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx


Llegó el fin de una época política que buscó transformar el poder, pero el corolario no es precisamente feliz.

Andrés Manuel López Obrador se obsesionó en alcanzar la Presidencia de la República durante más de 20 años.

Llegó a la Ciudad de México, de manera atropellada como jefe de gobierno, porque incumplía el requisito de residencia.

Sin embargo, tuvo enfrente al rival ideal en la persona de Vicente Fox, un mandatario dicharachero que encumbró al tabasqueño con sus ataques.

Tarde se dio cuenta Fox de su error y por todos los medios buscó acabar con López Obrador, mediante un fallido desafuero.

Para ese momento, los índices de popularidad del oriundo de Macuspana se encontraban por las nubes.

Tal vez por ello, a la fecha no ha superado que en 2006, Felipe Calderón haya quedado al frente de la Presidencia. A la fecha lo obsesiona y alucina.

Luego vino otra campaña presidencial, en este caso con Enrique Peña Nieto, quien también lo derrotó.

Pero en ese sexenio consolidó su propio partido denominado Morena y durante la primera elección de 2015 se levantó como una revelación.

Para 2018, Morena alcanzó la mayoría de edad como fuerza política dominante.

Andrés Manuel triunfó con 30 millones de votos. No necesitó de coaligarse con ninguna fuerza política para gobernar.

Durante seis años aceitó una maquinaria de la manipulación y mentira, provocando división y polarización.

Impulsó un proceso electoral al margen de la ley, llevando como aspirante desde un inicio a Claudia Sheinbaum.

Para las elecciones federales de este año, la ex jefa de gobierno se convirtió en la persona más votada con 36 millones de sufragios.

¿Se jubilará feliz López Obrador? ¿En realidad se convertirá en un ermitaño en su rancho de Palenque? ¿O seguirá manejando los hilos del poder?

Hay múltiples escenarios posibles, que se han escuchado en los corrillos políticos. Todo es factible en política. Ejemplo de ello hay de sobra.

Por lo pronto, a López Obrador le restan escasas horas de poder. La trasmutación está por concluir. El bastón de mando que entregó, desaparecerá en definitiva.

El próximo 1 de octubre habrá de desalojar Palacio Nacional, histórico inmueble que lo ocupará una nueva familia.

Y así será. Hay indicios de que habrá un nuevo paradigma en el ejercicio del gobierno federal.

Eso se nota. Se empieza a respirar nuevo oxígeno político. Al menos eso es ganancia para un país sumido en múltiples y críticos momentos.

PROSPECCIÓN… Durante la sesión de este miércoles, el pleno del Senado de la República aprobó la licencia que solicitaron Omar García Harfuch, Ernestina Godoy Ramos y Citlalli Hernández Mora, para separarse de sus funciones legislativas por tiempo indefinido. Los tres senadores se separarán de sus funciones legislativas a partir del 30 de septiembre, porque al día siguiente se incorporarán al gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum. Por cierto, hay versiones que apuntan a que César Yañez, será el vocero en la Presidencia.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx