/ martes 10 de septiembre de 2024

Sin Protocolo / ¿Candidato al 2030?

La lucha por el poder se da en diversos niveles, pero adquiere mayor fuerza y relevancia cuando interfiere el Presidente de la República en turno.

El momento actual y la coyuntura no pueden pasar desapercibidos en la recta final del mandato obradorista.

Andrés Manuel López Obrador declaró que ha empezado a realizar su mudanza al rancho donde se irá a vivir.

El mandatario ha iniciado su retirada, sin descuidar el tema de la reforma judicial que ha crispado el ambiente político.

¿Es posible que pese a ello, López Obrador se mantenga con una elevada popularidad?

Todo indica que ha llevado las cosas a este momento, con el único y claro propósito de ubicarse en todo momento como el más popular.

Eso significa cierto grado de resistencia a dejar el poder, pero ya adelantó que dejará un candado blindado a su partido y a la presidente electa.

Durante su conferencia de ayer, López Obrador adelantó que su hijo que lleva el mismo nombre se quedará como dirigente de Morena.

La víspera, la dirigencia que aun encabeza Mario Delgado, emitió la convocatoria para realizar el VII Consejo Nacional para renovar la dirigencia de su Comité Ejecutivo Nacional.

De ninguna manera es casualidad que al final del mandato de Andrés Manuel y al inicio de Claudia Sheinbaum, se renueven los cuadros partidistas.

Los dirigentes que asuman el 22 de septiembre definirán el proceso electoral de 2027.

Por lo visto, será Andrés Manuel López Beltrán, quien lleve el control del partido Morena creado por quien está a punto de llevar el nombre de ex presidente.

Más allá del cargo que pudiese recaer en María Luisa Alcalde, en lugar de Mario Delgado, es evidente quien llevará las riendas.

¿Será un obstáculo para la presidenta? ¿Al final de cuentas quién decidirá las candidaturas a alcaldes, diputados y gobernadores?

“Me voy pero no me voy”, pudiese ser el mensaje que manda al interior el oriundo de Macuspana.

En el ámbito político es conocida la influencia de Andy (así conocido popularmente), no sólo en su padre, sino entre los clanes morenistas.

Así es que la decisión de López Obrador es de la mayor envergadura para conservar el poder para decidir las candidaturas en el futuro inmediato.

Esto sin duda dará pauta para romper lanzas entre los diferentes grupos de poder que crecerán y tomarán fuerza sin la figura de su mentor López Obrador.

PROSPECCIÓN… La sola mención de que Andrés Manuel López Beltrán estará como dirigente de Morena, desató el futurismo político, como sucedió con Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora de Guerrero. El legislador morenista calificó a Andy como “un excelente cuadro”, “muy chambeador, muy conocedor y muy inteligente”. Incluso se atrevió a destaparlo hacia el 2030, pese a que aún no asume como presidente Sheinbaum. Es evidente el camino por el cual muchos buscarán llevar al hijo de López Obrador. Ni más ni menos.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

La lucha por el poder se da en diversos niveles, pero adquiere mayor fuerza y relevancia cuando interfiere el Presidente de la República en turno.

El momento actual y la coyuntura no pueden pasar desapercibidos en la recta final del mandato obradorista.

Andrés Manuel López Obrador declaró que ha empezado a realizar su mudanza al rancho donde se irá a vivir.

El mandatario ha iniciado su retirada, sin descuidar el tema de la reforma judicial que ha crispado el ambiente político.

¿Es posible que pese a ello, López Obrador se mantenga con una elevada popularidad?

Todo indica que ha llevado las cosas a este momento, con el único y claro propósito de ubicarse en todo momento como el más popular.

Eso significa cierto grado de resistencia a dejar el poder, pero ya adelantó que dejará un candado blindado a su partido y a la presidente electa.

Durante su conferencia de ayer, López Obrador adelantó que su hijo que lleva el mismo nombre se quedará como dirigente de Morena.

La víspera, la dirigencia que aun encabeza Mario Delgado, emitió la convocatoria para realizar el VII Consejo Nacional para renovar la dirigencia de su Comité Ejecutivo Nacional.

De ninguna manera es casualidad que al final del mandato de Andrés Manuel y al inicio de Claudia Sheinbaum, se renueven los cuadros partidistas.

Los dirigentes que asuman el 22 de septiembre definirán el proceso electoral de 2027.

Por lo visto, será Andrés Manuel López Beltrán, quien lleve el control del partido Morena creado por quien está a punto de llevar el nombre de ex presidente.

Más allá del cargo que pudiese recaer en María Luisa Alcalde, en lugar de Mario Delgado, es evidente quien llevará las riendas.

¿Será un obstáculo para la presidenta? ¿Al final de cuentas quién decidirá las candidaturas a alcaldes, diputados y gobernadores?

“Me voy pero no me voy”, pudiese ser el mensaje que manda al interior el oriundo de Macuspana.

En el ámbito político es conocida la influencia de Andy (así conocido popularmente), no sólo en su padre, sino entre los clanes morenistas.

Así es que la decisión de López Obrador es de la mayor envergadura para conservar el poder para decidir las candidaturas en el futuro inmediato.

Esto sin duda dará pauta para romper lanzas entre los diferentes grupos de poder que crecerán y tomarán fuerza sin la figura de su mentor López Obrador.

PROSPECCIÓN… La sola mención de que Andrés Manuel López Beltrán estará como dirigente de Morena, desató el futurismo político, como sucedió con Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora de Guerrero. El legislador morenista calificó a Andy como “un excelente cuadro”, “muy chambeador, muy conocedor y muy inteligente”. Incluso se atrevió a destaparlo hacia el 2030, pese a que aún no asume como presidente Sheinbaum. Es evidente el camino por el cual muchos buscarán llevar al hijo de López Obrador. Ni más ni menos.

X: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

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