Definitivamente las presiones sociales han logrado reabrir más comercios y lugares que el hecho de cuidarse para que los contagios por Covid19 disminuyan, aquí lo peligroso es que pareciera que ya mas bien nos acostumbramos a ver a la gente morir y el egoísmo ganó.
Esto ultimo pareciera que es la constante pues al menos en la Ciudad de México, mañana se abren los gimnasios, y aunque sean al 30 por ciento de su capacidad, la posibilidad de contagiarse es muy grande, y sin duda, un tanto irresponsable, pero así son las cosas, es preferible que los negocios abran aunque sea un poco que a que terminen por quebrar.
Y es que la irresponsabilidad no es de quienes tienen la necesidad de trabajar para comer, de quien tiene que trabajar para pagar una renta, o los servicios e incluso los impuestos, porque el gobierno si fue muy claro en eso, no hay por qué no pagar impuestos, pues si no de donde sale la ayuda asistencialista que es solo para algunos.
La ecuación es muy sencilla, el dinero de la gran parte de la población sale de quienes trabajan en pequeñas, medianas y grandes empresas, esos quienes pagan impuestos por todo, hasta por trabajar, de esos empresarios que se esforzaron por mantener al máximo sus centros de trabajo, pese a la contingencia.
Hay una incógnita muy grande, que tenemos desde hace muchos meses, pues en unos países cancelaron rentas, en otros impuestos y en otros hasta comida repartieron para evitar que la gente perdiera todo a consecuencia de la contingencia, sin embargo en México, no hubo mas que una patada en salva sea la parte.
Para que las empresas pudieran aguantar los meses y meses de la contingencia, los dueños sugirieron al gobierno que les congelaran los impuestos, de esta manera podrían aguantar el pagar la nómina sin perjuicio de los empleados, pero fue rechazado, por lo que millones de empleos se perdieron y es que las matemáticas no fallan, si no hay ingreso y hay que pagar, llega un momento en que se acaban hasta los ahorros.
Pero a seis meses de que los que generan empleos fueron tan maltratados, y los empleos que tuvieron que suprimir no pudieron ser recuperados, ya no hay esperanza mas que abrir y tratar de recuperarse prácticamente de la nada y volver a reunir lo que por años costó.
Porque seamos claros, y sinceros, del cien por ciento de gimnasios que abrirá mañana ¿Cuántos son pequeñas y medianas empresas? ¿Quiénes serán los verdaderos beneficiados?
