La solicitud del doctor Tedros Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que las autoridades mexicanas tomen la pandemia por Covid-19 como algo muy serio, seguramente disgustó a muchos.
El regaño llega justo cuando la trasmisión de contagio registra un crítico incrementó en siete entidades del país, entre las que están Aguascalientes, Zacatecas, Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Sonora y Baja California, según datos de la propia Secretaría de Salud.
México rebasa los 109 mil defunciones y acumula más de un millón 168 mil casos confirmados, pero las autoridades se muestran confiadas y dicen que ya se tienen convenios para la compra de vacuna con la farmacéutica china CanSino, la estadounidense Pfizer y la británica AstraZeneca, que dicen que sus inmunológicos registran una efectividad de entre 90 y 97%.
Sería la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que ahora depende de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud (instancia que ha dirigido la estrategia contra la pandemia), la que también se encargará de aprobar el uso de cualquiera de estas vacunas en el país.
Sin embargo, la Cofepris no pasa por su mejor momento, ya que el despido de trabajadores con perfil técnico detuvo las importaciones y certificación de medicamentos, lo que ha generado el desabasto de medicamentos; además que quedar adscrita a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud le ha restado autonomía de gestión, independencia e imparcialidad, con lo cual ha puesto en riesgo la certificación por parte de la OMS, como agencia sanitaria.
El grupo parlamentario del PAN en el Senado documentó que en 2016 el Gobierno federal compró más de 14 millones de dosis de vacunas contra la tuberculosis, pero este año compró sólo 83 mil y para el virus del papiloma humano se compraron hace cuatro años 3.3 millones de dosis y en 2020 apenas 100 mil.
La 4T enfrentará en los próximos meses el reto de adquirir con la mayor celeridad posible las vacunas contra Covid y establecer las cadenas de suministro y distribución, para garantizar que llegue a tiempo a todos los mexicanos. Ojalá tomen con seriedad este asunto.