/ martes 7 de septiembre de 2021

Se mueven aspirantes

En el pasado una sucesión adelantada era signo de debilidad del Presidente en turno.

¿Con el actual mandatario es diferente? ¿Aún es un presidente fuerte? ¿O es más popular que poderoso?

El declive de Enrique Peña Nieto, inició apenas arrancó la segunda mitad de su mandato.

Pero eso no significa que Peña Nieto haya dejado de ser popular aunque lo fue en forma negativa.

Un fenómeno similar envuelve la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, acostumbrado a aplauso fácil.

Su mayor preocupación ha sido el descender en las encuestas de popularidad. Lo fue antes y después de las elecciones federales intermedias.

Usa las mañaneras para potenciar temas que lo mantengan flotando todo el tiempo en las redes sociales y medios de comunicación.

Pero como adelantó la sucesión casi dos años, su poder debe multiplicarse, debido a que sus delfines se distraen constantemente de sus obligaciones.

Es decir, si antes era difícil medir sus resultados, hoy será mucho más complicado, toda vez que estarán dedicados a su precampaña.

Y pronto, López Obrador ya no tendrá control de sus aspirantes por más que pretende poner orden.

De hecho, el nombramiento del nuevo secretario de gobernación, Adán Augusto López abrió un boquete en la sucesión.

Lo hizo porque Adán Augusto irrumpió como fuerte prospecto y con suficiente capacidad de competirle a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

Sheinbaum había sido la consentida del Presidente, frente a los políticos de experiencia como el canciller Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal.

¿Qué sucede en estos momentos en las entrañas del poder? ¿Quién pierde? ¿Quién gana? ¿Y quién avanza? ¿Cómo se alinean?

Está claro que López Obrador ahora tiene a dos consentidos: Sheinbaum y Adán Augusto.

Ha dejado que nade por su cuenta el canciller Ebrard, y de Monreal ni se diga, le envió a la ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero para hacerle contrapeso.

Pero la jugada no le salió del todo bien al Presidente. Hábil como es, Monreal logró que Sánchez Cordero lo mostrara como un gran líder.

Lo que a ciencia cierta se traduce en un reforzamiento a la aparente débil candidatura del zacatecano.

De hecho, en el mundillo de la política se habla insistentemente de una alianza Ebrard-Monreal rumbo al 2024.

Un eventual acuerdo Ebrard-Monreal, sacaría de la jugada a Sheinbaum y a Augusto Adán.

¿Será factible? Por lo pronto Marcelo tiene el control de Morena, con Mario Delgado al frente, aunque hay versiones que se reporta con Sheinbaum.

Por su parte, Monreal tiene influencia en un fuerte núcleo de senadores que representan a la Federación.

Así es como se han movido los resortes políticos en el entorno de López Obrador. Lo dicho, ha perdido el control y por ende fuerza.

PROSPECCIÓN… A la edad de 91 años, falleció el ex gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero, uno de los principales mentores del Presidente López Obrador.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx

En el pasado una sucesión adelantada era signo de debilidad del Presidente en turno.

¿Con el actual mandatario es diferente? ¿Aún es un presidente fuerte? ¿O es más popular que poderoso?

El declive de Enrique Peña Nieto, inició apenas arrancó la segunda mitad de su mandato.

Pero eso no significa que Peña Nieto haya dejado de ser popular aunque lo fue en forma negativa.

Un fenómeno similar envuelve la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, acostumbrado a aplauso fácil.

Su mayor preocupación ha sido el descender en las encuestas de popularidad. Lo fue antes y después de las elecciones federales intermedias.

Usa las mañaneras para potenciar temas que lo mantengan flotando todo el tiempo en las redes sociales y medios de comunicación.

Pero como adelantó la sucesión casi dos años, su poder debe multiplicarse, debido a que sus delfines se distraen constantemente de sus obligaciones.

Es decir, si antes era difícil medir sus resultados, hoy será mucho más complicado, toda vez que estarán dedicados a su precampaña.

Y pronto, López Obrador ya no tendrá control de sus aspirantes por más que pretende poner orden.

De hecho, el nombramiento del nuevo secretario de gobernación, Adán Augusto López abrió un boquete en la sucesión.

Lo hizo porque Adán Augusto irrumpió como fuerte prospecto y con suficiente capacidad de competirle a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

Sheinbaum había sido la consentida del Presidente, frente a los políticos de experiencia como el canciller Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal.

¿Qué sucede en estos momentos en las entrañas del poder? ¿Quién pierde? ¿Quién gana? ¿Y quién avanza? ¿Cómo se alinean?

Está claro que López Obrador ahora tiene a dos consentidos: Sheinbaum y Adán Augusto.

Ha dejado que nade por su cuenta el canciller Ebrard, y de Monreal ni se diga, le envió a la ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero para hacerle contrapeso.

Pero la jugada no le salió del todo bien al Presidente. Hábil como es, Monreal logró que Sánchez Cordero lo mostrara como un gran líder.

Lo que a ciencia cierta se traduce en un reforzamiento a la aparente débil candidatura del zacatecano.

De hecho, en el mundillo de la política se habla insistentemente de una alianza Ebrard-Monreal rumbo al 2024.

Un eventual acuerdo Ebrard-Monreal, sacaría de la jugada a Sheinbaum y a Augusto Adán.

¿Será factible? Por lo pronto Marcelo tiene el control de Morena, con Mario Delgado al frente, aunque hay versiones que se reporta con Sheinbaum.

Por su parte, Monreal tiene influencia en un fuerte núcleo de senadores que representan a la Federación.

Así es como se han movido los resortes políticos en el entorno de López Obrador. Lo dicho, ha perdido el control y por ende fuerza.

PROSPECCIÓN… A la edad de 91 años, falleció el ex gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero, uno de los principales mentores del Presidente López Obrador.

Twitter: @JoelSaucedo

saucedosj@yahoo.com.mx