Han pasado ya cuatro meses de que la pandemia nos llevó a un confinamiento preventivo para reducir el contagio de Covid-19, sin embargo, aún hay personas que se niegan a creer que la situación es real y además que está afectando a miles de personas al día, tan sólo en el país, y dejando hasta ahora por lo menos 46 mil decesos, reportados, en México.
Apenas hace unas semanas el polémico, escenario epidemiológico pasó en la Ciudad de México a naranja, es decir que casi casi es rojo, o altísimo riesgo, es decir que únicamente fue por presiones sociales y no por motivos de salud que volvimos a salir a la calle, sin embargo, esto ha traído más problemas que soluciones.
Definitivamente no estamos saliendo de la crisis como dice el Presidente, tampoco llegamos al punto más alto como dice todas las semanas Lopez Gatell, sin embargo, ya no está en manos del gobierno frenar el contagio, sino de la población, al menos de quienes así entienden que quedarse en casa es la única manera de evitar el contagio.
Ya el gobierno ya no debería meter las manos, pues ha demostrado que tiene un poco o casi nulo interés por atender de manera adecuada la contingencia, y tampoco debería hacerlo, pues queda en manos de la población cuidarse, no obstante, no en todos los casos es así.
Mientras no haya una información correcta, lo que si es responsabilidad del gobierno, y no haya un buen ejemplo por parte de quienes mueven a las masas, entonces vamos a seguir pasando las penas y la incertidumbre de que diario sean de cinco a seis mil contagios.
En algún momento dijeron, infinidad de veces, que la curva había sido domada, y si, la curva se domó, pero se quedó muy estable, pues llevamos varias semanas y de continuar la tendencia así, para septiembre habrá alrededor de 75 mil decesos, y al menos medio millón de contagios, el panorama no es muy alentador.
Y aun así el presidente ya anuncio que no se va a suspender el grito de independencia y el desfile militar del 16 de septiembre, lo que nos lleva de nuevo al punto en que, definitivamente del gobierno, que ni el presidente respeta el ponerse el cubrebocas, va a ayudar a resolver esta situación.
En definitiva, estamos en la Ciudad de México por volver al semáforo rojo, porque muchas personas prefieren su diversión que su salud, eso si, son los primeros que le gritan al personal médico que están matando a sus familiares y no, quien mata a los familiares es quien no se cuida.