/ miércoles 12 de agosto de 2020

Samuel García y la falsedad de Movimiento Ciudadano

Samuel García es un Senador atípico, pero un político común, y corriente. Este personaje millenial, ha ganado notoriedad principalmente por sus escándalos, pero también por la facilidad que ha tenido con un nicho al que la clase política no le ha entendido aún: los nacidos en los 90’s.

Y cual fórmula heredada por esta generación saliente de políticos que por alguna buena razón se casaban con artistas de la farándula, léase José López Portillo y Sasha Montenegro, o Enrique Peña Nieto con Angélica Rivera, la famosa “gaviota”, este político norteño ad hoc con su generación, pues se casó con una muy conocida “influencer” youtubera o estrella en las redes sociales para que me entienda usted.

Mariana Rodríguez es el nombre de su esposa, que a sus 24 años de edad se casó en la Catedral de Monterrey, con invitados sin cubrebocas, en plena pandemia el pasado 27 de marzo. Y apenas con 4 meses de casados, dos escándalos más ha suscitado la pareja popular: el 1º cuando hace unos meses, Mariana promovió en sus redes la venta de insumos médicos para protegerse del COVID-19, lo cual sería muy válido sino fuera porque es ahora esposa de un Senador, y cuando en Nuevo León había escasez de lo que se ofrecía. Terminaron achacándole que la empresa era familiar, imagínese usted.

Pero el de este domingo no tuvo desperdicio. A un día de que Mariana cumpliera 25 años, y contagiada de COVID-19, se encontraba en “transmisión” por instagram con su esposo, cuando fue recriminada por Samuel por andar enseñando la pierna. Parece que en su criticado viaje por el medio oriente hace un año y cachito, donde se vistió como sultán, el Senador también se trajo unas costumbres de por allá.

Lo peor del machismo de este notable Senador, es el hecho de que Movimiento Ciudadano, el cual se cataloga progresista, tenga en Samuel a su principal carta para Gobernador de Nuevo León, y por eso le permite y solapa sus arrebatos. ¿Se lo imagina de Gobernador? Volverían las prohibiciones de faldas cortas en la Sultana del Norte.


Samuel García es un Senador atípico, pero un político común, y corriente. Este personaje millenial, ha ganado notoriedad principalmente por sus escándalos, pero también por la facilidad que ha tenido con un nicho al que la clase política no le ha entendido aún: los nacidos en los 90’s.

Y cual fórmula heredada por esta generación saliente de políticos que por alguna buena razón se casaban con artistas de la farándula, léase José López Portillo y Sasha Montenegro, o Enrique Peña Nieto con Angélica Rivera, la famosa “gaviota”, este político norteño ad hoc con su generación, pues se casó con una muy conocida “influencer” youtubera o estrella en las redes sociales para que me entienda usted.

Mariana Rodríguez es el nombre de su esposa, que a sus 24 años de edad se casó en la Catedral de Monterrey, con invitados sin cubrebocas, en plena pandemia el pasado 27 de marzo. Y apenas con 4 meses de casados, dos escándalos más ha suscitado la pareja popular: el 1º cuando hace unos meses, Mariana promovió en sus redes la venta de insumos médicos para protegerse del COVID-19, lo cual sería muy válido sino fuera porque es ahora esposa de un Senador, y cuando en Nuevo León había escasez de lo que se ofrecía. Terminaron achacándole que la empresa era familiar, imagínese usted.

Pero el de este domingo no tuvo desperdicio. A un día de que Mariana cumpliera 25 años, y contagiada de COVID-19, se encontraba en “transmisión” por instagram con su esposo, cuando fue recriminada por Samuel por andar enseñando la pierna. Parece que en su criticado viaje por el medio oriente hace un año y cachito, donde se vistió como sultán, el Senador también se trajo unas costumbres de por allá.

Lo peor del machismo de este notable Senador, es el hecho de que Movimiento Ciudadano, el cual se cataloga progresista, tenga en Samuel a su principal carta para Gobernador de Nuevo León, y por eso le permite y solapa sus arrebatos. ¿Se lo imagina de Gobernador? Volverían las prohibiciones de faldas cortas en la Sultana del Norte.