/ sábado 11 de enero de 2020

¿Salud para todos?

Doloroso y traumático resultó el arranque del Instituto de Salud para el Bienestar, conocido como Insabi, cuyo objetivo es brindar cobertura universal y gratuita a los 69 millones de mexicanos sin seguridad social.

En sus primeros días de operación, el Insabi resultó una amarga medicina que lejos de aliviar los males que aquejaban al vituperado Seguro Popular los ha agravado, incluso, presentó los primeros efectos adversos de una mala intervención y falta de un diagnóstico adecuado.

El día 1 de enero en su comunicado 001, el Insabi arrancó funciones con la consigna de “recuperar el sentido público del sector salud que estaba siendo desmantelado y privatizado”. Se comprometió a brindar “atención para todos los padecimientos, así como medicamentos gratuitos y demás insumos para quienes lo necesiten, lo cual incluye aquellos padecimientos que generan gastos catastróficos, como el cáncer o el VIH, y otros que se irán sumando”.

Agregó que “las personas sin seguridad social ya no necesitan afiliarse ni pagar cuotas para recibir atención médica y medicamentos gratuitos”.

Pero la necia realidad impuso “otros datos” y las personas sin seguridad social enfrentaron un verdadero viacrucis no solo para poder recibir atención médica, sino también para comprar sus medicamentos y cubrir las nuevas cuotas de recuperación que registraron incrementos de hasta 200%, en diversos servicios y hospitales.

Para el día 8 de enero, el Insabi en su comunicado 003 explicó que “los servicios médicos en el primer y segundo nivel brindan atención a todas las personas que no cuentan con seguridad social”.

Aclaró que los Institutos Nacionales de Salud y Alta Especialidad están sujetos a obtener cuotas de recuperación para la prestación de servicios de tercer nivel, pero que no se han incrementado los tabuladores de cuotas de recuperación para el ejercicio fiscal 2020.

Después de esta explicación queda claro que la cobertura del Insabi en atención médica, medicinas e insumos, no resultó ser tan universal ni tan gratuita para todos, para todas las enfermedades, ni en todos los hospitales del sector.

En un esfuerzo conmovedor, el Insabi intenta aliviar el sufrimiento y la angustia de los pacientes y sus familias al habilitar un número telefónico 800 para recibir quejas y denuncias por cobros indebidos o negación de la atención médica, pues cabe señalar que los módulos del extinto Seguro Popular que daban un trato personalizado y directo a los pacientes ya están cerrados.

Doloroso y traumático resultó el arranque del Instituto de Salud para el Bienestar, conocido como Insabi, cuyo objetivo es brindar cobertura universal y gratuita a los 69 millones de mexicanos sin seguridad social.

En sus primeros días de operación, el Insabi resultó una amarga medicina que lejos de aliviar los males que aquejaban al vituperado Seguro Popular los ha agravado, incluso, presentó los primeros efectos adversos de una mala intervención y falta de un diagnóstico adecuado.

El día 1 de enero en su comunicado 001, el Insabi arrancó funciones con la consigna de “recuperar el sentido público del sector salud que estaba siendo desmantelado y privatizado”. Se comprometió a brindar “atención para todos los padecimientos, así como medicamentos gratuitos y demás insumos para quienes lo necesiten, lo cual incluye aquellos padecimientos que generan gastos catastróficos, como el cáncer o el VIH, y otros que se irán sumando”.

Agregó que “las personas sin seguridad social ya no necesitan afiliarse ni pagar cuotas para recibir atención médica y medicamentos gratuitos”.

Pero la necia realidad impuso “otros datos” y las personas sin seguridad social enfrentaron un verdadero viacrucis no solo para poder recibir atención médica, sino también para comprar sus medicamentos y cubrir las nuevas cuotas de recuperación que registraron incrementos de hasta 200%, en diversos servicios y hospitales.

Para el día 8 de enero, el Insabi en su comunicado 003 explicó que “los servicios médicos en el primer y segundo nivel brindan atención a todas las personas que no cuentan con seguridad social”.

Aclaró que los Institutos Nacionales de Salud y Alta Especialidad están sujetos a obtener cuotas de recuperación para la prestación de servicios de tercer nivel, pero que no se han incrementado los tabuladores de cuotas de recuperación para el ejercicio fiscal 2020.

Después de esta explicación queda claro que la cobertura del Insabi en atención médica, medicinas e insumos, no resultó ser tan universal ni tan gratuita para todos, para todas las enfermedades, ni en todos los hospitales del sector.

En un esfuerzo conmovedor, el Insabi intenta aliviar el sufrimiento y la angustia de los pacientes y sus familias al habilitar un número telefónico 800 para recibir quejas y denuncias por cobros indebidos o negación de la atención médica, pues cabe señalar que los módulos del extinto Seguro Popular que daban un trato personalizado y directo a los pacientes ya están cerrados.

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