Decían las abuelas: a todo se acostumbra uno, menos a no comer. Sin embargo, en la actualidad es necesario hacerlo sanamente. La salud de la población de hoy representa un mejor futuro para la nación.
El combate a la obesidad infantil justifica el cambio urgente de desayunos escolares fríos a calientes; además de que en las llamadas “cooperativas” se dejen de vender alimento chatarra.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Salud, revelan que el 35.6% de la población de cinco a 12 años fue identificada con sobrepeso y obesidad, contra 34.4% registrado en 2012.
Hay un punto que es necesario considerar, la inseguridad obliga a que nuestros niños se queden en casa o, en departamentos muy pequeños, con los videojuegos o los programas televisivos, porque hay muchos peligros en la vía pública.
Por lo anterior, ahora llevan una vida sedentaria y con alimentos chatarra.
Según la Ensanut 2018, en zonas urbanas la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niñas y niños de cinco a 12 años es de 37.9%, contra 29.7% que se presenta en zonas rurales. En este rango de edad, 64.6% ingiere alimentos no recomendables para el consumo cotidiano como botanas, dulces y postres.
Los padres de familia: ¿saben lo que venden las cooperativas escolares? Igual es lo mismo que les dan en casa.
Urge intensificar la promoción del consumo de verduras y frutas frescas, así como de agua natural, acompaña a la nueva Estrategia Integral de Asistencia Social Alimentaria y Desarrollo Comunitario.
Hace unas décadas en el exterior de las escuelas se vendía zanahoria, jícama y pepino con limón, sal y chile piquín. Ahora son las frituras de harina o dulces que, en exceso los hacen daño.
El grave problema de obesidad infantil que enfrenta México revela que, urge fortalecer la orientación y educación alimentaria en las escuelas, desde los primeros años de vida de niñas y niños, a fin de cambiar los hábitos que provocan la mala nutrición.
Textualmente hay que decirlo: Es necesaria una reorientación y educación alimentaria para modificar hábitos y erradicar la mala nutrición en México.
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