/ domingo 6 de marzo de 2022

Riesgos virtuales en adult@s mayores

A sus 77 años, Angelita aprendió a utilizar las redes sociales para estar en contacto con su familia, poder ver las fotos de sus nietos y distraerse. Ahí empezó a encontrar amigos, algunos de la Ciudad de México, donde ella reside, y otros del extranjero.

El día que recibió una solicitud de amistad, enviada por Facebook Messenger, comenzó a desarrollarse el delito del que nadie le dijo que podría ser víctima: la sextorsión.

La mujer —a quien se hace referencia con un nombre ficticio y se omiten datos que lleven a su identificación— entabló relaciones virtuales con un hombre que dijo llamarse Gracius Trey, con quien pronto llevó las interacciones a WhatsApp.

La digitalización de las actividades cotidianas se vio acentuada con la pandemia. Las medidas sanitarias pusieron en una situación de aislamiento principalmente a niñas, niños, adolescentes y personas adultas mayores, quienes encontraron en las redes sociales un medio para divertirse o entablar amistades.

Eso fue lo que pensó Angelita, que había hallado un amigo que poco a poco la fue enamorando. Confiada del buen rumbo de la relación, la mujer compartió con el hombre fotografías íntimas. Luego vino el desengaño. Un día, Gracius le pidió su dirección para enviarle un regalo, y antes de recibirlo le llamaron para decirle que el pedido implicaba un derecho de aduana por 150 dólares; cuando ella se negó a pagarlos, el hombre la amenazó.

La sextorsión es uno de los ciberdelitos más reportados por las mujeres de todo el país, a la Línea de Seguridad o Chat de Confianza del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. El 34% de los más de 7 mil 200 reportes recibidos entre el 2020 y 2022 corresponden a esa modalidad delictiva, que incluso se duplicó entre el 2020 y el 2021.

La exigencia de dinero, a partir de amenazas de divulgar las fotos íntimas de las víctimas en redes sociales o entre sus amigos, es la demanda más común. Eso fue lo que enfrentó Angelita al negarse a pagar el supuesto derecho de aduana. Araceli, una mujer de 65 años, padeció una situación similar, solo que a ella le hackearon la computadora.

Los reportes del Consejo Ciudadano revelan que, aunque las personas mayores de 60 años representan un porcentaje menor en el total de atenciones por sextorsión, entre 2020 y 2021 tuvieron un incremento de 600%, al pasar de 17 a 119 casos.

El acceso al universo virtual y el uso de las redes sociales es una realidad que no se puede rechazar, pero su avance debe acompañarse de esquemas de ciberseguridad que permitan a las personas de todas las edades disfrutar con tranquilidad de los beneficios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

La construcción de entornos seguros para las mujeres, como los ha impulsado en la CDMX la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, debe registrarse en todos los espacios. Este 8 de marzo, que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, es un buen momento para recordarlo y convertirla en una labor cotidiana.

@guerrerochipres

A sus 77 años, Angelita aprendió a utilizar las redes sociales para estar en contacto con su familia, poder ver las fotos de sus nietos y distraerse. Ahí empezó a encontrar amigos, algunos de la Ciudad de México, donde ella reside, y otros del extranjero.

El día que recibió una solicitud de amistad, enviada por Facebook Messenger, comenzó a desarrollarse el delito del que nadie le dijo que podría ser víctima: la sextorsión.

La mujer —a quien se hace referencia con un nombre ficticio y se omiten datos que lleven a su identificación— entabló relaciones virtuales con un hombre que dijo llamarse Gracius Trey, con quien pronto llevó las interacciones a WhatsApp.

La digitalización de las actividades cotidianas se vio acentuada con la pandemia. Las medidas sanitarias pusieron en una situación de aislamiento principalmente a niñas, niños, adolescentes y personas adultas mayores, quienes encontraron en las redes sociales un medio para divertirse o entablar amistades.

Eso fue lo que pensó Angelita, que había hallado un amigo que poco a poco la fue enamorando. Confiada del buen rumbo de la relación, la mujer compartió con el hombre fotografías íntimas. Luego vino el desengaño. Un día, Gracius le pidió su dirección para enviarle un regalo, y antes de recibirlo le llamaron para decirle que el pedido implicaba un derecho de aduana por 150 dólares; cuando ella se negó a pagarlos, el hombre la amenazó.

La sextorsión es uno de los ciberdelitos más reportados por las mujeres de todo el país, a la Línea de Seguridad o Chat de Confianza del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. El 34% de los más de 7 mil 200 reportes recibidos entre el 2020 y 2022 corresponden a esa modalidad delictiva, que incluso se duplicó entre el 2020 y el 2021.

La exigencia de dinero, a partir de amenazas de divulgar las fotos íntimas de las víctimas en redes sociales o entre sus amigos, es la demanda más común. Eso fue lo que enfrentó Angelita al negarse a pagar el supuesto derecho de aduana. Araceli, una mujer de 65 años, padeció una situación similar, solo que a ella le hackearon la computadora.

Los reportes del Consejo Ciudadano revelan que, aunque las personas mayores de 60 años representan un porcentaje menor en el total de atenciones por sextorsión, entre 2020 y 2021 tuvieron un incremento de 600%, al pasar de 17 a 119 casos.

El acceso al universo virtual y el uso de las redes sociales es una realidad que no se puede rechazar, pero su avance debe acompañarse de esquemas de ciberseguridad que permitan a las personas de todas las edades disfrutar con tranquilidad de los beneficios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

La construcción de entornos seguros para las mujeres, como los ha impulsado en la CDMX la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, debe registrarse en todos los espacios. Este 8 de marzo, que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, es un buen momento para recordarlo y convertirla en una labor cotidiana.

@guerrerochipres