/ domingo 12 de septiembre de 2021

Retos de las MiPyMEs en México

Las micro y pequeñas empresas (MiPyMEs), son el motor económico del país al contabilizarse 4.2 millones y generar casi el 52% del producto interno bruto y emplear a casi el 72% de la fuerza de trabajo, abriéndose paso en medio de un mercado agresivo, demandante, con escaso acceso a herramientas tecnológicas, demasiados trámites administrativos y pocas facilidades para obtener créditos, que les permita contar con un aparato productivo integral que genere y mantenga empleos y favorezca su crecimiento.


Entre algunas de las razones que imposibilitan el crecimiento de las MiPyMEs, están que a más del 68.2% de estos negocios les cuesta trabajo conseguir clientes y contar con proveedores comprometidos. Ante esta situación, se inclinan por contratar trabajadores no calificados, tienen pocas fuentes de financiamiento, no realizan previos estudios de mercado, no distinguen entre lo que es calidad y precio, carecen de estrategias de atención a clientes y tienen un desconocimiento del manejo de estrategias de mercadotecnia.


Además, tienen excesivos gastos personales, carecen de un control preciso de ingresos y gastos, hay poca transferencia de responsabilidades y toma de decisiones, nula planeación, se enfrentan a problemas de ventas y de mercado. De manera principal tienen problemas financieros por la dificultad de acceder a recursos provenientes de apoyos de gobierno o instituciones de crédito. Cuentan con bajo margen de utilidad por no ser competitivos y ello repercute en su poca capacidad de crecimiento y permanencia en el mercado.


No importa el tamaño, las MiPyMEs en su gran mayoría carecen de conocimientos administrativos básicos. Tampoco cuentan con planes financieros que les permitan obtener créditos, limitando la oportunidad de adquirir tecnología que eleve su producción. Desconocen el mercado, lo que les complica posesionarse en el gusto de los consumidores, quienes buscan y exigen mejoras e innovación en los productos o servicios.


Un gran reto para la empresa moderna es saber utilizar los recursos necesarios para conseguir un máximo de efectividad y productividad de los bienes y servicios que la gente necesita y desea.


La elevada mortandad de las empresas se explica casi siempre por la falta de un plan de negocios, una estructura de control eficiente y flexible y trabajadores y directivos alineados a estrategias, situación que amenaza el destino del negocio, por lo que siempre se tienen que hacer los ajustes necesarios, que permitan generar riqueza y asegurar el futuro.


Si las MiPyMEs no cuentan con los recursos necesarios que les permitan ser más productivos y competir en los mercados controlados por los grandes negocios, la brecha comercial, financiera y tecnológica se incrementará y seguirán sólo participando en mercados locales y con una presencia muy precaria.

Las micro y pequeñas empresas (MiPyMEs), son el motor económico del país al contabilizarse 4.2 millones y generar casi el 52% del producto interno bruto y emplear a casi el 72% de la fuerza de trabajo, abriéndose paso en medio de un mercado agresivo, demandante, con escaso acceso a herramientas tecnológicas, demasiados trámites administrativos y pocas facilidades para obtener créditos, que les permita contar con un aparato productivo integral que genere y mantenga empleos y favorezca su crecimiento.


Entre algunas de las razones que imposibilitan el crecimiento de las MiPyMEs, están que a más del 68.2% de estos negocios les cuesta trabajo conseguir clientes y contar con proveedores comprometidos. Ante esta situación, se inclinan por contratar trabajadores no calificados, tienen pocas fuentes de financiamiento, no realizan previos estudios de mercado, no distinguen entre lo que es calidad y precio, carecen de estrategias de atención a clientes y tienen un desconocimiento del manejo de estrategias de mercadotecnia.


Además, tienen excesivos gastos personales, carecen de un control preciso de ingresos y gastos, hay poca transferencia de responsabilidades y toma de decisiones, nula planeación, se enfrentan a problemas de ventas y de mercado. De manera principal tienen problemas financieros por la dificultad de acceder a recursos provenientes de apoyos de gobierno o instituciones de crédito. Cuentan con bajo margen de utilidad por no ser competitivos y ello repercute en su poca capacidad de crecimiento y permanencia en el mercado.


No importa el tamaño, las MiPyMEs en su gran mayoría carecen de conocimientos administrativos básicos. Tampoco cuentan con planes financieros que les permitan obtener créditos, limitando la oportunidad de adquirir tecnología que eleve su producción. Desconocen el mercado, lo que les complica posesionarse en el gusto de los consumidores, quienes buscan y exigen mejoras e innovación en los productos o servicios.


Un gran reto para la empresa moderna es saber utilizar los recursos necesarios para conseguir un máximo de efectividad y productividad de los bienes y servicios que la gente necesita y desea.


La elevada mortandad de las empresas se explica casi siempre por la falta de un plan de negocios, una estructura de control eficiente y flexible y trabajadores y directivos alineados a estrategias, situación que amenaza el destino del negocio, por lo que siempre se tienen que hacer los ajustes necesarios, que permitan generar riqueza y asegurar el futuro.


Si las MiPyMEs no cuentan con los recursos necesarios que les permitan ser más productivos y competir en los mercados controlados por los grandes negocios, la brecha comercial, financiera y tecnológica se incrementará y seguirán sólo participando en mercados locales y con una presencia muy precaria.