/ viernes 15 de mayo de 2020

Recuperación económica después de la contingencia sanitaria

Por Édgar F. Garza Ancira

Consejero de empresas y consorcios de carácter multinacional, así como Fundador de la asociación civil Dime y Juntos lo Hacemos.


El Banco Mundial estima que ante el paro de las actividades económicas por la contingencia sanitaria, la economía mexicana registrará una recesión del 4 al 6% en este año. Ante la falta de liquidez y el debilitamiento económico, los sectores productivos han urgido al levantamiento de la cuarentena y la reanudación de las actividades.

Se especula que de manera gradual se podría volver a la normalidad en junio. Para que sea viable el regreso deben garantizarse medidas preventivas en las escuelas y en los centros de trabajo, mediante la realización de monitoreo de casos y pruebas suficientes que determinen pocos contagios y defunciones y sobre todo que los hospitales cuenten con la disponibilidad de al menos 70% de camas para brindar una atención eficiente y con ello evitar caer en una nueva ola de contagios.

Al implementarse políticas sanitarias permanentes, se podrán retornar las actividades económicas, mismas que requerirán de alianzas de todos los sectores para proteger los empleos y amortiguar de mejor manera el impacto económico.

Es momento, de brindar certidumbre a la población con medidas que protejan a las empresas, los ingresos de los trabajadores, las inversiones, los servicios y el consumo interno, para alcanzar lo más pronto posible los ingresos que se tenían antes de la pandemia.

Por ejemplo, el flujo de Inversión Extranjera Directa que era de alrededor de 192,000 millones de dólares que generaban miles de empleos en el país. Además del gran esfuerzo realizado en las finanzas públicas al implementar un plan de consolidación fiscal recortado al gasto público para disminuir la deuda pública.

Todos los actores económicos para lograr un buen funcionamiento una vez que pase la contingencia sanitaria, deberán generar alianzas entre sectores, diversificar sus actividades mediante políticas flexibles y el uso de las herramientas digitales y fortalecer sus cadenas de valor que les permita generar nuevos empleos, aumentar su eficiencia en el mercado y alentar el consumo de productos nacionales.

Ante la compleja situación, las actividades económicas tienen que volverse confiables, poder brindar certidumbre, y ofrecer productos con plus añadido. Habrá necesidad de buscar nuevas opciones y segmentos de negocios, lo que obliga a la creatividad, a la innovación, a la productividad, como elementos sustanciales para consolidar empresas competitivas. Es fundamental aplicar decisiones racionales e innovadoras de inmediato, que le den sustento a los negocios del mañana.

Toda medida que ayude a conservar los empleos y brindar liquidez a las personas y a las empresas, abona a la recuperación económica del país, en el corto plazo.


Por Édgar F. Garza Ancira

Consejero de empresas y consorcios de carácter multinacional, así como Fundador de la asociación civil Dime y Juntos lo Hacemos.


El Banco Mundial estima que ante el paro de las actividades económicas por la contingencia sanitaria, la economía mexicana registrará una recesión del 4 al 6% en este año. Ante la falta de liquidez y el debilitamiento económico, los sectores productivos han urgido al levantamiento de la cuarentena y la reanudación de las actividades.

Se especula que de manera gradual se podría volver a la normalidad en junio. Para que sea viable el regreso deben garantizarse medidas preventivas en las escuelas y en los centros de trabajo, mediante la realización de monitoreo de casos y pruebas suficientes que determinen pocos contagios y defunciones y sobre todo que los hospitales cuenten con la disponibilidad de al menos 70% de camas para brindar una atención eficiente y con ello evitar caer en una nueva ola de contagios.

Al implementarse políticas sanitarias permanentes, se podrán retornar las actividades económicas, mismas que requerirán de alianzas de todos los sectores para proteger los empleos y amortiguar de mejor manera el impacto económico.

Es momento, de brindar certidumbre a la población con medidas que protejan a las empresas, los ingresos de los trabajadores, las inversiones, los servicios y el consumo interno, para alcanzar lo más pronto posible los ingresos que se tenían antes de la pandemia.

Por ejemplo, el flujo de Inversión Extranjera Directa que era de alrededor de 192,000 millones de dólares que generaban miles de empleos en el país. Además del gran esfuerzo realizado en las finanzas públicas al implementar un plan de consolidación fiscal recortado al gasto público para disminuir la deuda pública.

Todos los actores económicos para lograr un buen funcionamiento una vez que pase la contingencia sanitaria, deberán generar alianzas entre sectores, diversificar sus actividades mediante políticas flexibles y el uso de las herramientas digitales y fortalecer sus cadenas de valor que les permita generar nuevos empleos, aumentar su eficiencia en el mercado y alentar el consumo de productos nacionales.

Ante la compleja situación, las actividades económicas tienen que volverse confiables, poder brindar certidumbre, y ofrecer productos con plus añadido. Habrá necesidad de buscar nuevas opciones y segmentos de negocios, lo que obliga a la creatividad, a la innovación, a la productividad, como elementos sustanciales para consolidar empresas competitivas. Es fundamental aplicar decisiones racionales e innovadoras de inmediato, que le den sustento a los negocios del mañana.

Toda medida que ayude a conservar los empleos y brindar liquidez a las personas y a las empresas, abona a la recuperación económica del país, en el corto plazo.