/ viernes 3 de julio de 2020

Razón de peso

Hace un par de años un amigo cardiólogo me explicó que la obesidad y el sobre peso en la población mexicana es una amenaza; apuntó que la mayoría de los casos de diabetes, hipertensión y las cardiovasculares pudieron evitarse o sus efectos aminorarse de manera importante con una nutrición adecuada y balanceada.

Era pues, razones de peso las que exponía para evitar el colapso inminente del Sistema Nacional de Salud, por lo doloroso para el paciente y sus familias que son las enfermedades crónico-degenerativas.

Ahora vemos que de acuerdo con datos del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de los casos a nivel nacional de fallecimientos en personas (22,584) por COVID-19 hasta el 22 de junio de 2020, el 41.99% presentaba hipertensión, 37.00% diabetes y 25.08% obesidad.

En diciembre del 2019, el INEGI, la Secretaría de Salud y el INSP presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, que hay que decirlo, los datos se terminaron de registrar en junio del año pasado.

En un panorama del estado de salud y las condiciones nutricionales de la población en México, hace exactamente un año.

A nivel nacional el porcentaje de adultos de 20 años y más con sobrepeso y obesidad fue de 75.2% (39.1% sobrepeso y 36.1% obesidad), porcentaje que en 2012 era de 71.3 por ciento.

El porcentaje de población de 20 años y más con diagnóstico médico previo de diabetes se incrementó de 9.2% en 2012 a 10.3% en 2018.

La población de 20 años o más de edad con diagnóstico médico previo de hipertensión pasó de 16.6% en 2012 a 18.4% en 2018. Conforme se incrementa la edad, crece el porcentaje de población con diagnóstico previo de hipertensión, principalmente a partir de los 50 años. Entre 2012 y 2018, la prevalencia de sobrepeso y obesidad ascendió de 34.4 a 35.6% en la población de 5 a 11 años.

Textualmente hay que decirlo: en las últimas décadas cambiaron los hábitos alimenticios y de actividad de gran parte de los mexicanos. En la actualidad es complicado que los niños jueguen en la calle, sin la supervisión de un adulto por los niveles de inseguridad. Pero esta pandemia nos debe enseñar que debemos sacar de nuestra dieta alimentos chatarra y bebidas azucaradas. Comer frutas y verduras, así como hacer ejercicio, sería la estrategia de combatir pandemias.

En Twitter @TXTUALes


Hace un par de años un amigo cardiólogo me explicó que la obesidad y el sobre peso en la población mexicana es una amenaza; apuntó que la mayoría de los casos de diabetes, hipertensión y las cardiovasculares pudieron evitarse o sus efectos aminorarse de manera importante con una nutrición adecuada y balanceada.

Era pues, razones de peso las que exponía para evitar el colapso inminente del Sistema Nacional de Salud, por lo doloroso para el paciente y sus familias que son las enfermedades crónico-degenerativas.

Ahora vemos que de acuerdo con datos del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de los casos a nivel nacional de fallecimientos en personas (22,584) por COVID-19 hasta el 22 de junio de 2020, el 41.99% presentaba hipertensión, 37.00% diabetes y 25.08% obesidad.

En diciembre del 2019, el INEGI, la Secretaría de Salud y el INSP presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, que hay que decirlo, los datos se terminaron de registrar en junio del año pasado.

En un panorama del estado de salud y las condiciones nutricionales de la población en México, hace exactamente un año.

A nivel nacional el porcentaje de adultos de 20 años y más con sobrepeso y obesidad fue de 75.2% (39.1% sobrepeso y 36.1% obesidad), porcentaje que en 2012 era de 71.3 por ciento.

El porcentaje de población de 20 años y más con diagnóstico médico previo de diabetes se incrementó de 9.2% en 2012 a 10.3% en 2018.

La población de 20 años o más de edad con diagnóstico médico previo de hipertensión pasó de 16.6% en 2012 a 18.4% en 2018. Conforme se incrementa la edad, crece el porcentaje de población con diagnóstico previo de hipertensión, principalmente a partir de los 50 años. Entre 2012 y 2018, la prevalencia de sobrepeso y obesidad ascendió de 34.4 a 35.6% en la población de 5 a 11 años.

Textualmente hay que decirlo: en las últimas décadas cambiaron los hábitos alimenticios y de actividad de gran parte de los mexicanos. En la actualidad es complicado que los niños jueguen en la calle, sin la supervisión de un adulto por los niveles de inseguridad. Pero esta pandemia nos debe enseñar que debemos sacar de nuestra dieta alimentos chatarra y bebidas azucaradas. Comer frutas y verduras, así como hacer ejercicio, sería la estrategia de combatir pandemias.

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