/ jueves 6 de febrero de 2020

Que ir al gym no adelgace tu bolsillo

Tengo un compañero del trabajo, muy joven, tiene apenas 23 años, pero desde hace un par de meses comenzó a sufrir ataques de ansiedad. Los doctores le han realizado varios estudios y la conclusión a la que llegaron fue mandarlo al psicólogo, al terapeuta y a hacer ejercicio.

No quise dejarlo solo, porque la ansiedad y la depresión son enfermedades cada vez más frecuentes en nuestra sociedad y siempre es necesario estar acompañado para superarlas. Así que lo animé a buscar un gimnasio para que comenzara a hacer actividades físicas que despejaran su mente y para que lo fortalecieran anímicamente.

Comenzamos la búsqueda de lugares y el análisis de los costos, esto fue lo que hicimos y te lo dejo a continuación por si tú estás en el mismo caso:

1. Ubicamos los gimnasios que estaban cerca de su casa y cerca de nuestro trabajo y los visitamos.

2. Preguntamos por las promociones del mes. Algunos gimnasios no cobraban inscripción, otros regalaban la segunda mensualidad si pagaba la primera; otros al inscribirse una persona, la mensualidad del acompañante era gratis o a mitad de precio. En fin, había para escoger.

3. Después preguntamos a qué tendría derecho en caso de inscribirse. En este caso al pagar la inscripción y mensualidad él tendría acceso a horas ilimitadas de servicio, uso de las regaderas, vestidores y lockers, actividades extras como zumba, yoga, cámara de bronceado, etc. Si ya estás en este paso te recomendamos des un recorrido por las instalaciones y no te quedes con dudas, incluso entra y visita los baños. La limpieza de éstos es importante.

4. Pregunta si hay instructores y si las rutinas que te pongan tienen un costo o sus asesorías son gratuitas. Es importante saber si cuentan con alguna certificación.

5. Pregunta si hay cuotas extra o cuotas por cancelación. Si compras una membresía anual y al final no vas y decides cancelar tu anualidad, es muy probable que te cobren el 30% de las cuotas del año que pactaste pagar.

6. Calcula qué costos extras tendrás. Mi amigo tenía dos opciones, ir al gym cercano a su casa, pero para llegar ahí tenía que pagar 50 pesos de taxi del trabajo al gimnasio y 30 pesos del gimnasio a su casa. Si pensaba ir tres veces a la semana, eran 240 pesos semanales, que se convertían en 960 pesos al mes adicionales a la mensualidad que tenía que pagar en el gimnasio, la cual era de 500 pesos. Hubiera pagado 1,460 pesos si hubiera elegido ir al gimnasio cerca de su casa.

Por otro lado, si decidía asistir al gimnasio que estaba cerca del trabajo, no tenía que pagar pasaje pues llegaba caminando. Y aunque la mensualidad era de 650 pesos, solo tenía que pagar eso y no más.

Si en tu lista de propósitos de año nuevo o en tu receta médica está el hacer ejercicio toma en consideración estos factores. Analiza cuál es la opción que más se acomoda a tu bolsillo, a tus tiempos y a tu estilo de vida. Que no te salga más caro el caldo que las albóndigas.

Bien puedes ahorrarte también ciertos costos si decides mejor hacer ejercicio al aire libre, en el parque más cercano a tu casa o salir a trotar con tu perro. Solo no escatimes en los tenis que usarás, pues recuerda que si no usas el calzado adecuado puedes lesionarte las rodillas, los tobillos, algún tendón o músculo. Olvídate del glamour y utiliza un pants y playeras deportivos, nada sofisticado. Ir al gimnasio no se trata de ir a un desfile de modas, aunque así te lo haya hecho creer Instagram o Facebook.

Y lo más importante, si ya decidiste hacer este gasto mensual, contémplalo en tu presupuesto fijo, no te

vaya a agarrar de sorpresa el pago.

@Lady_Varo

Ladyvaro.fp@gmail.com

Tengo un compañero del trabajo, muy joven, tiene apenas 23 años, pero desde hace un par de meses comenzó a sufrir ataques de ansiedad. Los doctores le han realizado varios estudios y la conclusión a la que llegaron fue mandarlo al psicólogo, al terapeuta y a hacer ejercicio.

No quise dejarlo solo, porque la ansiedad y la depresión son enfermedades cada vez más frecuentes en nuestra sociedad y siempre es necesario estar acompañado para superarlas. Así que lo animé a buscar un gimnasio para que comenzara a hacer actividades físicas que despejaran su mente y para que lo fortalecieran anímicamente.

Comenzamos la búsqueda de lugares y el análisis de los costos, esto fue lo que hicimos y te lo dejo a continuación por si tú estás en el mismo caso:

1. Ubicamos los gimnasios que estaban cerca de su casa y cerca de nuestro trabajo y los visitamos.

2. Preguntamos por las promociones del mes. Algunos gimnasios no cobraban inscripción, otros regalaban la segunda mensualidad si pagaba la primera; otros al inscribirse una persona, la mensualidad del acompañante era gratis o a mitad de precio. En fin, había para escoger.

3. Después preguntamos a qué tendría derecho en caso de inscribirse. En este caso al pagar la inscripción y mensualidad él tendría acceso a horas ilimitadas de servicio, uso de las regaderas, vestidores y lockers, actividades extras como zumba, yoga, cámara de bronceado, etc. Si ya estás en este paso te recomendamos des un recorrido por las instalaciones y no te quedes con dudas, incluso entra y visita los baños. La limpieza de éstos es importante.

4. Pregunta si hay instructores y si las rutinas que te pongan tienen un costo o sus asesorías son gratuitas. Es importante saber si cuentan con alguna certificación.

5. Pregunta si hay cuotas extra o cuotas por cancelación. Si compras una membresía anual y al final no vas y decides cancelar tu anualidad, es muy probable que te cobren el 30% de las cuotas del año que pactaste pagar.

6. Calcula qué costos extras tendrás. Mi amigo tenía dos opciones, ir al gym cercano a su casa, pero para llegar ahí tenía que pagar 50 pesos de taxi del trabajo al gimnasio y 30 pesos del gimnasio a su casa. Si pensaba ir tres veces a la semana, eran 240 pesos semanales, que se convertían en 960 pesos al mes adicionales a la mensualidad que tenía que pagar en el gimnasio, la cual era de 500 pesos. Hubiera pagado 1,460 pesos si hubiera elegido ir al gimnasio cerca de su casa.

Por otro lado, si decidía asistir al gimnasio que estaba cerca del trabajo, no tenía que pagar pasaje pues llegaba caminando. Y aunque la mensualidad era de 650 pesos, solo tenía que pagar eso y no más.

Si en tu lista de propósitos de año nuevo o en tu receta médica está el hacer ejercicio toma en consideración estos factores. Analiza cuál es la opción que más se acomoda a tu bolsillo, a tus tiempos y a tu estilo de vida. Que no te salga más caro el caldo que las albóndigas.

Bien puedes ahorrarte también ciertos costos si decides mejor hacer ejercicio al aire libre, en el parque más cercano a tu casa o salir a trotar con tu perro. Solo no escatimes en los tenis que usarás, pues recuerda que si no usas el calzado adecuado puedes lesionarte las rodillas, los tobillos, algún tendón o músculo. Olvídate del glamour y utiliza un pants y playeras deportivos, nada sofisticado. Ir al gimnasio no se trata de ir a un desfile de modas, aunque así te lo haya hecho creer Instagram o Facebook.

Y lo más importante, si ya decidiste hacer este gasto mensual, contémplalo en tu presupuesto fijo, no te

vaya a agarrar de sorpresa el pago.

@Lady_Varo

Ladyvaro.fp@gmail.com

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