/ domingo 1 de mayo de 2022

Protejamos a la infancia

Alessandra, una niña de 11 años cuyo nombre ha sido cambiado para proteger su identidad, lleva días sin dormir, sin apetito y está en shock. En una fiesta familiar, su primo Sebastián, de la misma edad, la obligó a tocar sus genitales.

La niña reveló a su mamá lo ocurrido y ella confrontó a la madre del niño, quien restó credibilidad al relato y descartó tomar medidas.

El caso de Alessandra es el reflejo de realidades terribles que deben ser atendidas desde la ciudadanía: el 70% de los abusadores sexuales son familiares de las víctimas —principalmente tíos y primos—, el 72% de los abusos ocurren en el hogar y en el 90% contra niñas.

Los datos son el resultado del análisis de los reportes por Abuso Sexual Infantil que han llegado al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México y que forman parte del reporte “Créeles, siempre dicen la verdad”, elaborado en el marco del Día del Niño y la Niña.

La mamá de Alessandra creyó en su hija, construyó alrededor de ella una red de apoyo que la hizo sentir acompañada y protegida en el proceso de revelación del abuso, y ahora ambas reciben atención especializada por el equipo de psicología del Consejo.

La búsqueda de seguridad exige corresponsabilidad en el compromiso de erradicar las violencias que ocurren en los espacios público y privado. Una ciudadanía plena debe ser partícipe al sacar de los hogares las agresiones que ahí se cometen, principalmente contra la infancia, una etapa de vulnerabilidad.

Los abusadores sexuales aprovechan condiciones de poder con relación a sus víctimas, con promesas, chantajes o amenazas las obligan a mantener el secreto. Utilizan frases como “si te dejas, te voy a comprar lo que tú quieras”, “entonces no me quieres como dices”, “si dices algo lastimaré a tu mamá”.

El temor a que el pederasta cumpla con las advertencias, el miedo a que no le crean o a romper la estabilidad familiar, el sentimiento de culpa o vergüenza al pensar que fue ella la responsable lleva al silencio de la víctima.

Hoy es momento de que madres, padres y encargadas o encargados de la crianza implementen estrategias para proteger a la infancia, como mantenerse activamente involucrado e interesado en la vida cotidiana de las y los menores de edad o conocer las señales de advertencia de abuso sexual: cambios de estado de ánimo, agresividad, aislamiento, falta de apetito, temor o alejamiento de una persona.

Detectar y reportar son elementos esenciales en la protección de niñas y niños. En la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza (55 5533 5533) del Consejo Ciudadano brindamos contención emocional y orientación jurídica gratuita, confidencial, 24/7 a todo el país.

@guerrerochirpes

Alessandra, una niña de 11 años cuyo nombre ha sido cambiado para proteger su identidad, lleva días sin dormir, sin apetito y está en shock. En una fiesta familiar, su primo Sebastián, de la misma edad, la obligó a tocar sus genitales.

La niña reveló a su mamá lo ocurrido y ella confrontó a la madre del niño, quien restó credibilidad al relato y descartó tomar medidas.

El caso de Alessandra es el reflejo de realidades terribles que deben ser atendidas desde la ciudadanía: el 70% de los abusadores sexuales son familiares de las víctimas —principalmente tíos y primos—, el 72% de los abusos ocurren en el hogar y en el 90% contra niñas.

Los datos son el resultado del análisis de los reportes por Abuso Sexual Infantil que han llegado al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México y que forman parte del reporte “Créeles, siempre dicen la verdad”, elaborado en el marco del Día del Niño y la Niña.

La mamá de Alessandra creyó en su hija, construyó alrededor de ella una red de apoyo que la hizo sentir acompañada y protegida en el proceso de revelación del abuso, y ahora ambas reciben atención especializada por el equipo de psicología del Consejo.

La búsqueda de seguridad exige corresponsabilidad en el compromiso de erradicar las violencias que ocurren en los espacios público y privado. Una ciudadanía plena debe ser partícipe al sacar de los hogares las agresiones que ahí se cometen, principalmente contra la infancia, una etapa de vulnerabilidad.

Los abusadores sexuales aprovechan condiciones de poder con relación a sus víctimas, con promesas, chantajes o amenazas las obligan a mantener el secreto. Utilizan frases como “si te dejas, te voy a comprar lo que tú quieras”, “entonces no me quieres como dices”, “si dices algo lastimaré a tu mamá”.

El temor a que el pederasta cumpla con las advertencias, el miedo a que no le crean o a romper la estabilidad familiar, el sentimiento de culpa o vergüenza al pensar que fue ella la responsable lleva al silencio de la víctima.

Hoy es momento de que madres, padres y encargadas o encargados de la crianza implementen estrategias para proteger a la infancia, como mantenerse activamente involucrado e interesado en la vida cotidiana de las y los menores de edad o conocer las señales de advertencia de abuso sexual: cambios de estado de ánimo, agresividad, aislamiento, falta de apetito, temor o alejamiento de una persona.

Detectar y reportar son elementos esenciales en la protección de niñas y niños. En la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza (55 5533 5533) del Consejo Ciudadano brindamos contención emocional y orientación jurídica gratuita, confidencial, 24/7 a todo el país.

@guerrerochirpes