/ miércoles 24 de noviembre de 2021

PRI, desgracia por cacicazgos

El próximo marzo el Partido Revolucionario Institucional estará cumpliendo 93 años de existencia, en medio de un escenario deprimente por los magros resultados electorales obtenidos en los últimos comicios. Después de los severos descalabros que tuvo en las elecciones de 2018 no se ha podido recuperar, pues si bien en las votaciones del 6 de junio de este año formalizó “amasiatos” con PAN y PRD, este instituto político se ha minimizado al grado de quedar como rémora, principalmente de panistas. La figura del PRI se asemeja a la de una persona longeva, pues entre más edad más jorobado, sin proyección y sin rumbo para recuperar lo que antes fue: una poderosa organización política de la que emergió gran parte del México posrevolucionario. Los priístas que aún quedan, sobre todo lo que se autoconsideran de “hueso colorado”, advierten que la desgracia que ha venido de menos a más dentro del partido son las posturas caciquiles e impositivas de las cúpulas. Esto es, que persiste la decisión de cerrar alternativas y oportunidades de otros rumbos a nuevos cuadros de militantes, ávidos de instrumentar acciones expeditas para que el partido resurja. Tal escenario es el que prevalece en el Estado de México, la entidad más poblada del país y la más capitalizable por el número de electores, donde un puñado de intereses particulares, que no institucionales, se ha apoderado del instituto político, cuya realidad ahora son las derrotas en las urnas

A RENGLÓN SEGUIDO

HABLANDO de priístas, en los pasillos de la Cámara de Diputados mexiquense hace eco la versión a la que habría recurrido el legislador Guillermo Zamacona Urquiza para ausentarse de su chamba, pagada con impuestos del pueblo, luego de que presentara un supuesto cuadro de gripe, con el fantasma del coronavirus. Dicen que en realidad se fue a un colorido compromiso personal fuera de la entidad, y que de esa forma justificó su ausencia, alegando que estaba malito… RARO, muy raro está el hallazgo de una supuesta red de corrupción en Ecatepec, la cual fue dada a conocer por el alcalde Fernando Vilchis Contreras, un tema en el que la dirigencia sindical ya saltó, luego de que se señalara a empleados del gremio de estar metidos. Llama la atención que después de tres años de gestión, el edil y sus secuaces no se hubieran dado cuenta.

El próximo marzo el Partido Revolucionario Institucional estará cumpliendo 93 años de existencia, en medio de un escenario deprimente por los magros resultados electorales obtenidos en los últimos comicios. Después de los severos descalabros que tuvo en las elecciones de 2018 no se ha podido recuperar, pues si bien en las votaciones del 6 de junio de este año formalizó “amasiatos” con PAN y PRD, este instituto político se ha minimizado al grado de quedar como rémora, principalmente de panistas. La figura del PRI se asemeja a la de una persona longeva, pues entre más edad más jorobado, sin proyección y sin rumbo para recuperar lo que antes fue: una poderosa organización política de la que emergió gran parte del México posrevolucionario. Los priístas que aún quedan, sobre todo lo que se autoconsideran de “hueso colorado”, advierten que la desgracia que ha venido de menos a más dentro del partido son las posturas caciquiles e impositivas de las cúpulas. Esto es, que persiste la decisión de cerrar alternativas y oportunidades de otros rumbos a nuevos cuadros de militantes, ávidos de instrumentar acciones expeditas para que el partido resurja. Tal escenario es el que prevalece en el Estado de México, la entidad más poblada del país y la más capitalizable por el número de electores, donde un puñado de intereses particulares, que no institucionales, se ha apoderado del instituto político, cuya realidad ahora son las derrotas en las urnas

A RENGLÓN SEGUIDO

HABLANDO de priístas, en los pasillos de la Cámara de Diputados mexiquense hace eco la versión a la que habría recurrido el legislador Guillermo Zamacona Urquiza para ausentarse de su chamba, pagada con impuestos del pueblo, luego de que presentara un supuesto cuadro de gripe, con el fantasma del coronavirus. Dicen que en realidad se fue a un colorido compromiso personal fuera de la entidad, y que de esa forma justificó su ausencia, alegando que estaba malito… RARO, muy raro está el hallazgo de una supuesta red de corrupción en Ecatepec, la cual fue dada a conocer por el alcalde Fernando Vilchis Contreras, un tema en el que la dirigencia sindical ya saltó, luego de que se señalara a empleados del gremio de estar metidos. Llama la atención que después de tres años de gestión, el edil y sus secuaces no se hubieran dado cuenta.