Al actual gobierno poco le interesa la cultura y menos aún los mexicanos que laboran en ese sector. Con el recorte presupuestal para este 2021 del 80% a la Fonoteca Nacional está en riesgo el empleo de casi 100 especialistas del más alto nivel que trabajan en la preservación del patrimonio sonoro de México.
El Colectivo de Trabajadores Capítulo 3000 de la Fonoteca Nacional de México está muy preocupado porque a partir del presente mes, muchos de ellos, ya no serán recontratados, lo que pone en riesgo el proyecto de esa institución. Aunque para la Secretaría de Cultura: “es falsa la información que circula sobre el riesgo que corre la Fonoteca Nacional”.
No toca la situación laboral del personal contratado bajo ese esquema. En su comunicado del 30 de diciembre del 2020 sólo señala: “se diseña un plan de trabajo que permita ajustar el presupuesto operativo y orientarlo para garantizar en todo momento las actividades sustantivas de la Fonoteca Nacional”.
Contestación que no convenció ni aclaró dudas. En redes sociales los trabajadores afectados comenzaron a exponer su desazón por quedarse sin empleo; por el desprecio a la cultura, la precariedad en el arte y el decremento en los presupuestos para este sector.
Ellos piden la continuidad de sus empleos y convocaron a la solidaridad de los archivistas, preservadores, expertos y profesionales de instituciones afines, coleccionistas, investigadores, usuarios y público en general para que los apoyen.
Compositores, etnomusicólogos, músicos, cantantes, investigadores, académicos y artistas respondieron al llamado y exigieron a la Secretaría de Cultura, la reasignación del presupuesto, la recontratación de los expertos, la conservación del patrimonio sonoro del pueblo mexicano. También se sumó, el movimiento #yaPágameINBA, #Novivimosdelaplauso, #ConTRATOdigno.
Fue el 23 de diciembre por la noche y por medio de una llamada de Zoom que los diferentes directores de área informaron sobre la disminución presupuestal y que no iban a ser recontratados.
EN ESE TENOR. Es de resaltar la fragilidad que tienen los contratados bajo el capítulo 3000. Desde hace años estos profesionistas que laboran en el INAH, INBAL firman contratos por 10 meses, pasan meses sin cobrar y luego se les vuelve a contratar. No cuentan con prestaciones sociales ni seguridad social.
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