Juan tenía solo 9 años cuando ya debía sortear el tránsito aledaño a una estación del Metro para subirse, solo y con una caja de chicles en mano, a ofrecerlos a pasajeros de microbuses. El dinero que ganaba al día se lo quitaban su madre y padrastro.
Rosa vivía en un pueblo del sureste mexicano hasta que fue traída a la Ciudad de México con la promesa de trabajar en una residencia y ganar lo suficiente para ayudar a su familia. Solo salía de la casa donde laboraba para hacer compras o mandados, no tenía horario y el sueldo se lo “administraba” su patrona.
Patricia conoció en el parque de su pueblo a un hombre que la enamoró y la convenció de irse a vivir con él. En la capital de la República la vida no fue como esperaba, trabajaba tarde y noche en una conocida zona de tolerancia, ofrecía servicios sexuales y de lo que cobraba no vio dinero porque todo lo entregó a su “novio”.
Los tres casos son una estampa de lo que ocurre constantemente en el país, son formas de Trata de Personas de las que ellos pudieron salir, con el apoyo de otra gente que los conoció, decidió ayudarlos y, juntos, encontraron dónde reportar el delito y ser apoyados.
Este delito es una de las conductas que más daño pueden provocar en las víctimas y que mayores ganancias generan para los delincuentes. De acuerdo con estimaciones de organismos internacionales, está por debajo del narcotráfico y el tráfico de armas.
En el combate, los testigos pueden jugar un papel muy importante, y más quienes están constantemente en las calles. Es ahí donde podemos observar situaciones altamente sospechosas, pero muchas veces no sabemos cómo y a dónde reportarlas.
Actualmente, se calcula que más del 70% de la población cuenta con un celular conectado a redes sociales, que pueden convertirse en una herramienta fundamental para exhibir actos delincuenciales.
El apoyo ciudadano es fundamental en el combate a los delitos. Reportar, acusar, denunciar implican la acción, no solo de quienes sufren las consecuencias de los actos criminales, sino también de quienes atestiguan esas conductas.
Crear herramientas que faciliten los reportes es tarea de organizaciones civiles, como el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, que desde el 2013 ha recibido a través de su Línea Nacional contra la Trata de Personas 9,433 reportes relacionados con el ilícito. De ellos, el 53% (4,445) se registraron en los últimos dos años.
Basados en esta experiencia, lanzamos el Chat vs la Trata que garantiza anonimato, confidencialidad, discreción y rapidez en el reporte de situaciones sospechosas del delito. Es gratuita y funciona en un esquema 24/7.
La Trata de Personas es un delito que afecta a los más vulnerables, entre ellos, mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas en condiciones de una necesidad económica alta.
La seguridad pública, como la ha expresado en diferentes momentos y con acciones, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, es tarea colectiva, en la que la labor ciudadana es fundamental.
El Chat vs la Trata, vía WhatsApp, y la Línea Nacional contra la Trata de Personas, ambos con número 800 5533 000, nos permite, desde el anonimato si así lo deseamos, ayudar a salir de la situación delictiva.
@guerrerochipres
