Todos estamos de acuerdo en que es urgente un cambio en el sistema judicial. No podemos continuar con la corrupción que ha permitido tantas injusticias en nuestro país. Esta ampliamente documentada la deshonestidad que ha existido, en decisiones traficadas de jueces y magistrados.
También estamos de acuerdo en que terminen los grandes privilegios que la clase política otorgó al Poder Judicial en el pasado, con el fin de sobornarlos. Aquí también hay que ser claros: los enormes sueldos y abusos de poder, se dieron, hasta hace muy poco, por componendas políticas. Políticos en complicidad con Ministros para servirse con la cuchara grande.
Debe cambiar el que sea el Ejecutivo quien mande una terna al Senado, la cual todo mundo ya sabía cómo votar. Han sido décadas de simulación y perversidad política, donde hay pocas excepciones.
Pero por el otro lado, radicalmente opuesto, ¿qué tan cierto es que terminaría esta corrupción, componendas y privilegios, con la Reforma Judicial que está enviando el Presidente López Obrador?
Al inicio del sexenio, un prestigiado médico, sabio, intelectual, yo diría de izquierda -de quien omitiré el nombre porque fue una plática privada-, me dijo: Andrés Manuel sería muy mal doctor; él, si te ve un dedo hinchado, te corta la mano. Si te ve una mano fracturada, te corta el brazo, y si te ve un brazo lesionado te deja solo la cabeza.
Eso es lo que estamos viendo ahora con la Reforma Judicial.
Conociendo que, el gran respaldo con el que llegó López Obrador fue por el hartazgo de la corrupción en la clase política, principalmente del PRI, PAN y el PRD (los demás son partidos pequeños, que si no) Morena arrasó en las elecciones y recibió un cheque en blanco que le otorga hoy, nuevamente el electorado, a la Presidenta electa Claudia Sheinbaum.
El gran reto de la Dra. Sheinbaum, y de esta nueva clase política en el gobierno, Morena para decirlo con exactitud, es el autogobierno, el autocontrol.
Esta nueva clase política que votó apenas hace un mes el pueblo de México abrumadoramente, lo hizo por terminar con la corrupción de sus gobiernos anteriores. Logró quitarle el registro al PRD y está muy cerca de hacerlo con el PRI. Pero esa votación también fue para darle confianza a Morena y que no cometa los mismos errores que los demás partidos.
Por ello, estoy seguro que no debería haber miedo en decirle NO al Presidente de la República, ni tampoco decirle a la Presidenta electa que sería una enorme carga para ella, iniciar su gobierno con una losa pesada como lo sería esta Reforma constitucional, si se aprueba tal como se propone.
Solo un muy sencillo ejemplo: ¿Cuántos de nosotros conoce el nombre de nuestros diputados locales y su distrito? ¿Cuántos leemos el reverso de la boleta electoral cuando elegimos senadores, diputados federales y locales, para saber a quienes estamos llevando al Congreso como plurinominales? Vaya, ¿quiénes leyeron el reverso de la boleta para Alcaldes para saber cuántos y que clase de Concejales elegiríamos para nuestras colonias?
Honestamente, como vecino, como ciudadano, como pueblo ¿conoces el nombre del total de nuestro ministros, o de nuestros jueces? Ahora dime si irías a votar por cada uno de ellos.
¿De a cuanto el voto?
X: @floresaquino
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