No mentir, no robar, y no traicionar son los tres principios básicos del partido Morena. Son también el compromiso del actual gobierno, y de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Y lo que reiteradamente nos dice la Presidenta a todo el pueblo de México, es que no nos va a fallar. A todas y todos los ciudadanos. Ese ha sido su principal mensaje a los millones de votantes que sufragamos en la pasada elección presidencial.
Es paradójico que su gobierno, a mes y medio de iniciado, tenga su primera semana negra, ocasionado no por la resaca de la recién aprobada Reforma Judicial, ni por la terrible masacre de Querétaro, sino por las piedritas que empiezan a ponerle sus excompañeros de partido, Morena. Hay que recordar que la Dra. Claudia Sheinbaum renunció a su militancia partidista, al tomar protesta como Presidenta de la República, comprometiéndose a gobernar para todas y todos los mexicanos.
Que lamentable que sea Morena, quien le empiece a dar sus mayores dolores de cabeza. Vaya, ni la mentada Reforma Judicial ha sido tan cuestionada y criticada, como el desempeño de los gobernantes de Chiapas, Sinaloa, Guerrero, y la desafortunada reelección de Rosario Piedra Ibarra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Y no hay que tapar el sol con un dedo, ni caer en la gran falsedad que se le hace el juego a la derecha, como algunos se han atrevido a señalar. De ser así, la mismísima Presidenta Claudia Sheinbaum, lo habría hecho, cuando le preguntaron en la mañanera del pueblo, que opinaba de la reelección de Piedra y su respuesta fue “es una decisión del Senado, la que se tomó ayer, y pues, hasta ahí”. Seco y al hocico.
La construcción del segundo piso de la 4a transformación, necesariamente debería pasar por respaldar las decisiones de la Presidenta de México, y obligar a que sus gobernantes tengan altura de miras. O como explicamos las frívolas respuestas de estos gobernantes, de Morena, cuando se les cuestiona sobre la terrible situación de inseguridad en sus estados ¿eso no es mentir, o traicionar?
Entiendo que el gobernante, me refiero en este caso a la Gobernadora Evelyn Salgado, no pueda dejar de impulsar el turismo, principal actividad en Guerrero, pero de ahí al desatino de cantar en un bar turístico, la misma noche en la que ocurrió el hallazgo de cuerpos masacrados en la capital de su estado, tantita sensibilidad Gobernadora, o por lo menos alguien que le asesore adecuadamente.
Ya ni que decir de Rubén Rocha Moya, que cada vez que declara a la prensa se atora solito. Rutilio Escandón pocas veces ha dado la cara.
Pero lo que mayormente Morena tendría que reflexionar estos días, es si su objetivo principal es apoyar a la Presidenta Claudia Sheinbaum, o cuidar sus huesos intocables en la CNDH y seguir con el culto a la personalidad, usando el nombre de López Obrador, para obtener beneficios políticos personales, por encima de servir a la Nación.
Guerrero, Sinaloa, Chiapas y Rosario, son 4 piedras en el zapato de la Dra. Claudia Sheinbaum, que militan en Morena. Los 4 ya estaban cuando llegó la Presidenta. Y, también se parecen los 4, en su muy buena relación, intocable diría yo, con el Ejército.
Morena “de izquierda” haciéndole el juego a los poderes fácticos, quien lo diría.
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