/ martes 30 de julio de 2019

Pobre México bárbaro

Hartos de la corrupción, la impunidad y la falta de oportunidades para que millones de mexicanos; en especial las nuevas generaciones y, nuestra grande patria avancen hacia la competitividad internacional dentro de un país más justo, equitativo e incluyente, millones de votantes acudimos a las urnas en julio de 2018 con la “esperanza” de cambiar la forma de gobernar en nuestra nación, ilusionados con transparentar el uso de los miles y miles de millones de pesos recursos públicos que usan en diversas actividades los políticos y servidores públicos de nuestra tierra. Lamentablemente la realidad ya nos alcanzó y, son los hechos y no las palabras lo que no confirma que el rumbo en el que vamos no es el adecuado, a tal grado es la descomposición social que mientras unos buscan construir otros destruyen en medio de una sociedad apática, colmada por la incertidumbre.

Como bien decía el escrito Adolfo Gilly “Pobre México Bárbaro en medio del silencio de una nación colmada de sufrimiento y pobreza extrema con inseguridad, impunidad y malestares sociales, a donde irá a posarse de nuevo e Águila Real, si ya no hay lugar que no esté lleno de víboras”.

Hoy el Gobierno Federal trata de imponer sus ocurrencias, de enarbolar una bandera socialista, de “anticorrupción”, de una supuesta austeridad republicana, con millones de mexicanos en pobreza extrema que padecen las de Caín para llevar algo que comer a sus casas. El gobierno fallido de Andrés Manuel López Obrador y su partido MORENA dice una cosa y hace otra. Da entrada a inmigrantes para aquí contenerlos y que no pases a los EEUU a cambio de un dinero mensual, dice que a pesar de la Xenofobia de algunos mexicanos, autorizo 90 millones de dólares anuales para el aparente desarrollo de Centroamérica con los que supuestamente Honduras generará 20 mil empleos al través de los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo.

Mientras en México no hay certeza para las inversiones, aumenta el desempleo, la inseguridad, la impunidad, se pierden miles de miles de pesos en Pemex, Dos Bocas, Tren Maya, Santa Lucia, CFE y otros programas surgidos de las ocurrencias. Todo indica que de seguir así las cosas lo único que superara con creces nuestras reservas internacionales será el tiempo perdido, lo robado o mal invertido por los funcionarios de la austeridad republicana. Al tiempo.

Hartos de la corrupción, la impunidad y la falta de oportunidades para que millones de mexicanos; en especial las nuevas generaciones y, nuestra grande patria avancen hacia la competitividad internacional dentro de un país más justo, equitativo e incluyente, millones de votantes acudimos a las urnas en julio de 2018 con la “esperanza” de cambiar la forma de gobernar en nuestra nación, ilusionados con transparentar el uso de los miles y miles de millones de pesos recursos públicos que usan en diversas actividades los políticos y servidores públicos de nuestra tierra. Lamentablemente la realidad ya nos alcanzó y, son los hechos y no las palabras lo que no confirma que el rumbo en el que vamos no es el adecuado, a tal grado es la descomposición social que mientras unos buscan construir otros destruyen en medio de una sociedad apática, colmada por la incertidumbre.

Como bien decía el escrito Adolfo Gilly “Pobre México Bárbaro en medio del silencio de una nación colmada de sufrimiento y pobreza extrema con inseguridad, impunidad y malestares sociales, a donde irá a posarse de nuevo e Águila Real, si ya no hay lugar que no esté lleno de víboras”.

Hoy el Gobierno Federal trata de imponer sus ocurrencias, de enarbolar una bandera socialista, de “anticorrupción”, de una supuesta austeridad republicana, con millones de mexicanos en pobreza extrema que padecen las de Caín para llevar algo que comer a sus casas. El gobierno fallido de Andrés Manuel López Obrador y su partido MORENA dice una cosa y hace otra. Da entrada a inmigrantes para aquí contenerlos y que no pases a los EEUU a cambio de un dinero mensual, dice que a pesar de la Xenofobia de algunos mexicanos, autorizo 90 millones de dólares anuales para el aparente desarrollo de Centroamérica con los que supuestamente Honduras generará 20 mil empleos al través de los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo.

Mientras en México no hay certeza para las inversiones, aumenta el desempleo, la inseguridad, la impunidad, se pierden miles de miles de pesos en Pemex, Dos Bocas, Tren Maya, Santa Lucia, CFE y otros programas surgidos de las ocurrencias. Todo indica que de seguir así las cosas lo único que superara con creces nuestras reservas internacionales será el tiempo perdido, lo robado o mal invertido por los funcionarios de la austeridad republicana. Al tiempo.