/ jueves 23 de enero de 2020

Piénsalo dos veces antes de empeñar

¿Cómo les ha ido en esta cuesta de enero?, me gustaría que me contaran cómo le han hecho para sobrevivir en este primer mes del año en el que hemos visto que los precios de los alimentos y la gasolina han aumentado.

Seguramente has estado tentado en acudir a una casa de empeño… Si tu situación financiera no es muy buena porque te endeudaste en diciembre o por comprar los juguetes de tus hijos en temporada de Reyes y no logras que la quincena te alcance, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) nos da recomendaciones si pensamos empeñar alguna de nuestras pertenencias:

Un préstamo prendario es el dinero que una casa de empeño (registrada y autorizada ante la Profeco) te da a cambio de dejar una prenda como garantía.

Una prenda es el artículo que puedes dejar empeñado, puede ser algún electrodoméstico, aparato electrónico, gadget, joya, reliquia y hasta autos.

Antes de acudir a la casa de empeño, piensa en la cantidad de dinero que necesitas, el tiempo que te tomará pagar y el bien (o la prenda) que estás dejando en garantía.

Es importante que investigues y compares la valuación de tu prenda; pueden existir diferencias significativas entre las distintas instituciones.

Utiliza el CAT como medio para comparar entre una casa de empeño y otra. El CAT es el Costo Anual Total, en ella se incluye la tasa de interés, el costo por resguardo, distintas cuotas y comisiones que cobra la casa de empeño y posiblemente un seguro.

Cerciórate que la casa de empeño exhiba sus tarifas en pesos mexicanos.

Lee detenidamente el contrato, esto te permitirá conocer y tomar en cuenta las condiciones a las que te comprometes.

No te quedes con dudas y pregunta por los conceptos que no te queden claros.

Pregunta a cuántos refrendos (renovaciones del contrato) tienes derecho y cuánto tiempo extienden el plazo para recuperar tus pertenencias en caso de que no puedas cumplir en el pago.

En caso de incumplimiento en la prestación del servicio por parte de la institución, acude a la Profeco o llama al 800 468 87 22.

Mi recomendación es no empeñar, pues la tasa de interés puede llevarte a pagar cuatro veces el monto que te prestaron y eso te dejará más amolado. Las casas de empeño sí te solucionan rápido pero pagarles puede convertirse en un lastre.

Te sugiero mejor hacer una limpia de los aparatos o ropa que realmente no uses y venderlos. No recuperarás todo lo que invertiste en ellas, pero sí obtendrás entre el 50 y 80% de lo que te costaron.

Si crees que tu solución está en empeñar tu herramienta, la joya que te heredó tu abuelita o los papeles de tu auto nuevo, piénsalo dos veces. Quizás haya otra solución…

@Lady_Varo

Ladyvaro.fp@gmail.com



¿Cómo les ha ido en esta cuesta de enero?, me gustaría que me contaran cómo le han hecho para sobrevivir en este primer mes del año en el que hemos visto que los precios de los alimentos y la gasolina han aumentado.

Seguramente has estado tentado en acudir a una casa de empeño… Si tu situación financiera no es muy buena porque te endeudaste en diciembre o por comprar los juguetes de tus hijos en temporada de Reyes y no logras que la quincena te alcance, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) nos da recomendaciones si pensamos empeñar alguna de nuestras pertenencias:

Un préstamo prendario es el dinero que una casa de empeño (registrada y autorizada ante la Profeco) te da a cambio de dejar una prenda como garantía.

Una prenda es el artículo que puedes dejar empeñado, puede ser algún electrodoméstico, aparato electrónico, gadget, joya, reliquia y hasta autos.

Antes de acudir a la casa de empeño, piensa en la cantidad de dinero que necesitas, el tiempo que te tomará pagar y el bien (o la prenda) que estás dejando en garantía.

Es importante que investigues y compares la valuación de tu prenda; pueden existir diferencias significativas entre las distintas instituciones.

Utiliza el CAT como medio para comparar entre una casa de empeño y otra. El CAT es el Costo Anual Total, en ella se incluye la tasa de interés, el costo por resguardo, distintas cuotas y comisiones que cobra la casa de empeño y posiblemente un seguro.

Cerciórate que la casa de empeño exhiba sus tarifas en pesos mexicanos.

Lee detenidamente el contrato, esto te permitirá conocer y tomar en cuenta las condiciones a las que te comprometes.

No te quedes con dudas y pregunta por los conceptos que no te queden claros.

Pregunta a cuántos refrendos (renovaciones del contrato) tienes derecho y cuánto tiempo extienden el plazo para recuperar tus pertenencias en caso de que no puedas cumplir en el pago.

En caso de incumplimiento en la prestación del servicio por parte de la institución, acude a la Profeco o llama al 800 468 87 22.

Mi recomendación es no empeñar, pues la tasa de interés puede llevarte a pagar cuatro veces el monto que te prestaron y eso te dejará más amolado. Las casas de empeño sí te solucionan rápido pero pagarles puede convertirse en un lastre.

Te sugiero mejor hacer una limpia de los aparatos o ropa que realmente no uses y venderlos. No recuperarás todo lo que invertiste en ellas, pero sí obtendrás entre el 50 y 80% de lo que te costaron.

Si crees que tu solución está en empeñar tu herramienta, la joya que te heredó tu abuelita o los papeles de tu auto nuevo, piénsalo dos veces. Quizás haya otra solución…

@Lady_Varo

Ladyvaro.fp@gmail.com



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