El proceso electoral de este año, conlleva el riesgo de elevar de manera peligrosa la concentración del poder de la 4T.
Varios factores se configuran para que el partido en el poder se ubique en la posibilidad de gobernar alrededor de 21 entidades del país.
Este año estarán en disputa seis estados que representan 12% de la población nacional.
La suma del Producto Interno Bruto (PIB) de las seis entidades, se aproxima al 10%.
El PRI tiene mucho que ver en la posibilidad de que Morena y el Presidente López Obrador consoliden su poderío en el país.
Resulta que en Oaxaca y Quintana Roo, el Revolucionario Institucional decidió ir separado de la Alianza Va por México.
Es público que el gobernador priista de Oaxaca, Alejandro Murat, es uno de los mandatarios consentidos del Presidente.
Por lo tanto, es lógico pensar que al ir el PRI separado de la alianza, le daría la oportunidad a Morena-PT-PVEM-Unidad Popular de alcanzar el triunfo.
Con otro escenario, el PRI también se prestó a dividir el voto opositor a Morena en Quintana Roo, lo que le posibilita el triunfo al partido guinda.
De entrada, en estas dos entidades crece la posibilidad de que la 4T se levante con la victoria en los comicios venideros.
En donde la coalición Va Por México (PAN-PRI-PRD), tiene más posibilidades de ganar es en Aguascalientes.
La competencia será cerrada en Durango, Hidalgo y Tamaulipas. Aquí la moneda está en el aire y cualquier coalición está a las puertas del triunfo.
Con base en lo anterior, se observa que la alianza Va Por México, llegará dividida a las elecciones de este año.
De entrada, son malos augurios para la oposición que se enfrentará a un panorama incierto y complicado.
¿Aún es tiempo de corregir esas decisiones? Es complicado debido a que todo indica que la 4T ha logrado dividir a la oposición.
Este es un ensayo de lo que podría suceder en la elección presidencial de 2024, si la coalición compite separada.
La apuesta es peligrosa, Morena y aliados podrían alcanzar un poder difícil de doblegar dentro de dos años y medio.
PROSPECCIÓN…Al regreso de su convalecencia de Covid, el Presidente López Obrador realizó 15 designaciones para representaciones de México en el exterior. Destacan y llaman la atención los nombramientos de los ex gobernadores priistas de Sonora, Claudia Pavlovich, para el consulado en Barcelona y del ex gobernador de Campeche, Carlos Miguel Aysa como embajador en República Dominicana. ¿Hay o no pacto con el priismo? Asimismo, el mandatario designó al jefe de la oficina de Claudia Sheinbaum, Alfonso Suárez del Real, como titular de la oficina de enlace de México en Estrasburgo.
Twitter: @JoelSaucedo
