Alejandro Lelo de Larrea
La guerra desatada entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el Instituto Nacional Electoral (INE) va en franca escalada. Las dimensiones que alcance son de pronóstico reservado.
Desde hace casi un mes, los ataques y respuestas de ambas partes han sido duras. Por ejemplo, porque el INE retiró a Morena las candidaturas a gobernador de Félix Salgado, en Guerrero, y Raúl Morón, en Michoacán.
O la otra: por el acuerdo del INE para la asignación de diputaciones plurinominales, al impedir que una vez electos los legisladores puedan cambiar de partido y con ello alterar artificialmente los porcentajes de votación de los partidos, como ocurrió en 2018, y de ello se benefició Morena.
Precisamente en respuesta a estos dos hechos los diputados morenistas pretenden un juicio político contra consejeros del INE.
Ambas decisiones del INE están hoy en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que, anunció, votará en sesión este martes.
La guerra se intensificó el jueves pasado, cuando el INE le giró el segundo apercibimiento a López Obrador, en el que le advierte que no ha cumplido con la orden de (en las mañaneras), “abstenerse de difundir logros de gobierno, obra pública o emitir información dirigida a incidir en las preferencias electorales de la ciudadanía”.
El viernes, López Obrador dijo que no había sido notificado de ese resolutivo del INE.
Horas después el INE mostró el oficio de notificación entregado el día previo a las 17:38 horas, en el cual advierten que si el primer mandatario sigue sin cumplir, podría hacerse acreedor a una amonestación pública, una multa de unos 615 mil pesos e incluso hasta un arresto de 36 horas.
¿Que viene después? Lo más probable, un revire, una embestida presidencial.
Acaso por ello, el viernes pasado, diversas asociaciones (de laaargos nombres) que agrupan a consejeros, magistrados y autoridades de todos los organismos del país, federales y locales, firmaron en puebla lo que llamaron “Manifiesto Nacional de Autoridades Electorales Locales por el Respeto del Orden Constitucional a los Principios del Sistema Democrático Mexicano, la Función Pública comicial y el Blindaje Electoral.”Ese pomposo nombre, en explicación simple de consejeros electorales, es un blindaje contra López Obrador, pero además contra algunos gobernadores.
Tal documento lleva la firma del presidente del INE, Lorenzo Córdova, con quien AMLO mantiene una fuerte confrontación.
Ya veremos hasta dónde llega esta guerra.
