/ viernes 15 de diciembre de 2023

OPINIÓN POR MARÍA DEL CARMEN NAVA POLINA | Transparencia y baños públicos en mercados

¿Alguna vez se han preguntado cuánto se recauda por las cuotas de servicios básicos en los mercados públicos? Aunque para cada persona estos gastos pueden parecer menores y pasar inadvertidos, es muy importante exigir que cualquier tipo de ingresos públicos sean transparentes y conozcamos en qué se utiliza ese dinero.

Los más de 300 mercados que se encuentran en la capital atienden a millones de personas, y por lo tanto requieren de una inversión constante en su infraestructura. Los recursos autogenerados, por ejemplo, por cuotas de sanitarios públicos pueden ser un apoyo importante para su mantenimiento. Reporte Índigo publicó que en ocho alcaldías se reportaron más de 36 millones como parte de tarifas de baños públicos en un periodo de tres años.

Por ejemplo, una persona pidió información sobre ingresos por cuotas de servicios sanitarios que se hubieran generado desde 2019 en la Alcaldía Gustavo A. Madero, que alberga 50 mercados (casi el 15% del total en la capital). La persona se quejó con la autoridad encargada de garantizar el derecho a saber (el INFOCDMX) porque la respuesta que obtuvo de la GAM, no le permitía conocer la información desagregada por mercado, y saber si las personas encargadas de cobrar, son servidoras públicas.

En el estudio de este caso, encontramos que, para el mes de octubre de 2022, la GAM reportó ingresos cercanos a los 350 mil pesos derivados de la cuota por uso de sanitarios en mercados y otros espacios públicos. A partir de estos datos, estimamos que la alcaldía podría recaudar más de 4 millones al año. Si proyectamos la cifra a nivel de la ciudad completa, incluso podrían ser más de 30 millones anuales.

Garantizar un acceso oportuno y claro a esta información ayuda a prevenir potenciales actos de corrupción y permite verificar una gestión adecuada del uso de ese ingreso para beneficio de los propios mercados públicos y de quienes hacen uso de las instalaciones. Esto generaría un círculo virtuoso, donde la transparencia y la rendición de cuentas impulsan beneficio social.

La gestión transparente y efectiva de estos recursos es fundamental para preservar la esencia de los mercados públicos de la Ciudad de México: lugares de interacción, comercio y cultura. En el caso que mencionamos, instruimos a la Alcaldía Gustavo A. Madero proporcione los ingresos detallados por cada mercado, así como las personas servidoras públicas responsables.

Atender las necesidades de información de las personas habilita el manejo adecuado de los recursos públicos y su supervisión social. Incluso, en Tokio, Japón, llegaron al punto de transparentar las paredes de los baños públicos (mismos que se tornan opacos mientras se ocupa, y se habilita la transparencia de vidrios, una vez terminado de usar), para fomentar la higiene y la cultura del respeto por los bienes colectivos.

Sería ideal que en México contemos cuando menos, con saber cuánto dinero se recauda y en qué se utiliza el mismo. Así la transparencia en nuestra cotidianidad.

Opinión por María del Carmen Nava Polina

¿Alguna vez se han preguntado cuánto se recauda por las cuotas de servicios básicos en los mercados públicos? Aunque para cada persona estos gastos pueden parecer menores y pasar inadvertidos, es muy importante exigir que cualquier tipo de ingresos públicos sean transparentes y conozcamos en qué se utiliza ese dinero.

Los más de 300 mercados que se encuentran en la capital atienden a millones de personas, y por lo tanto requieren de una inversión constante en su infraestructura. Los recursos autogenerados, por ejemplo, por cuotas de sanitarios públicos pueden ser un apoyo importante para su mantenimiento. Reporte Índigo publicó que en ocho alcaldías se reportaron más de 36 millones como parte de tarifas de baños públicos en un periodo de tres años.

Por ejemplo, una persona pidió información sobre ingresos por cuotas de servicios sanitarios que se hubieran generado desde 2019 en la Alcaldía Gustavo A. Madero, que alberga 50 mercados (casi el 15% del total en la capital). La persona se quejó con la autoridad encargada de garantizar el derecho a saber (el INFOCDMX) porque la respuesta que obtuvo de la GAM, no le permitía conocer la información desagregada por mercado, y saber si las personas encargadas de cobrar, son servidoras públicas.

En el estudio de este caso, encontramos que, para el mes de octubre de 2022, la GAM reportó ingresos cercanos a los 350 mil pesos derivados de la cuota por uso de sanitarios en mercados y otros espacios públicos. A partir de estos datos, estimamos que la alcaldía podría recaudar más de 4 millones al año. Si proyectamos la cifra a nivel de la ciudad completa, incluso podrían ser más de 30 millones anuales.

Garantizar un acceso oportuno y claro a esta información ayuda a prevenir potenciales actos de corrupción y permite verificar una gestión adecuada del uso de ese ingreso para beneficio de los propios mercados públicos y de quienes hacen uso de las instalaciones. Esto generaría un círculo virtuoso, donde la transparencia y la rendición de cuentas impulsan beneficio social.

La gestión transparente y efectiva de estos recursos es fundamental para preservar la esencia de los mercados públicos de la Ciudad de México: lugares de interacción, comercio y cultura. En el caso que mencionamos, instruimos a la Alcaldía Gustavo A. Madero proporcione los ingresos detallados por cada mercado, así como las personas servidoras públicas responsables.

Atender las necesidades de información de las personas habilita el manejo adecuado de los recursos públicos y su supervisión social. Incluso, en Tokio, Japón, llegaron al punto de transparentar las paredes de los baños públicos (mismos que se tornan opacos mientras se ocupa, y se habilita la transparencia de vidrios, una vez terminado de usar), para fomentar la higiene y la cultura del respeto por los bienes colectivos.

Sería ideal que en México contemos cuando menos, con saber cuánto dinero se recauda y en qué se utiliza el mismo. Así la transparencia en nuestra cotidianidad.

Opinión por María del Carmen Nava Polina