/ viernes 22 de julio de 2022

OPINIÓN POR MARÍA DEL CARMEN NAVA POLINA | Derecho a entender ¡en un cuento!

El lenguaje sencillo y claro facilita la comunicación. Mario Tascón, psicólogo, periodista y escritor español, refiere que la comunicación clara va más allá de crear documentos fáciles de entender, forma parte de la responsabilidad social. Es así que garantizar derechos humanos implica claridad y sencillez, uno de los cinco pilares de la apertura institucional.

En México hay casi 32 millones de niñas y niños de 0 a 14 años de edad, conforme al Censo del INEGI del 2020. El derecho a entender y el derecho a saber, deben ir engarzados para que el acceso a la información llegue a una de cada cuatro personas en el país.

En un mundo de desigualdades, apremia abrir la puerta a una comunicación clara que genere empatía y confianza en quienes operan los entes públicos. El lenguaje sencillo facilita el derecho de acceso a la información a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, como la niñez.

En muchos contextos, a las niñas, niños y adolescentes les son negados los derechos humanos. Por eso es importante cambiar nuestro lenguaje, referirnos a las personas como tal y no como ciudadanas o ciudadanos. Los derechos humanos son para todas las personas, sin excepción.

Canciones, historias y colores, retroalimentan, divierten e inspiran. Las palabras positivas construyen y generan habilidades socio cognitivas; habilitan el derecho a entender. A sabiendas de ello, es que realizamos un cuento colaborativo, para incentivar a niñas y niños a preguntar por información pública.

“Una ciclovía para Paula”, cocreado desde el equipo de Estado Abierto del Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, es un cuento que incentiva a preguntar por lo público, con ilustraciones y narrativa en lenguaje infantil. Por lo general, las niñas, niños y adolescentes desconocen que tienen derecho a saber, por consiguiente, ignoran cómo ejercerlo y su utilidad para conocer más sobre un tema que les atraiga o resolver los problemas que les afectan.

Este desconocimiento impacta de manera directa en el ejercicio de otros derechos e inhibe la posibilidad de que las niñas y niños participen y se expresen respecto de los asuntos de interés público.

El cuento “Una Ciclovía para Paula” fue narrado en una sesión de zoom con 30 niñas y niños de escuelas de la alcaldía Benito Juárez, pueden disfrutarlo en youtube.

Abonar a garantizar el derecho a entender en la niñez, a utilizar materiales lúdicos para facilitar el conocimiento de sus derechos humanos, e incentivar que pregunten por lo público, construye cultura democrática desde la primera infancia.


María del Carmen Nava Polina

Comisionada del Instituto de Transparencia de la CDMX


En TW @InfoCdMex En FB @InfoCDMX En Ig @infocdmx

El lenguaje sencillo y claro facilita la comunicación. Mario Tascón, psicólogo, periodista y escritor español, refiere que la comunicación clara va más allá de crear documentos fáciles de entender, forma parte de la responsabilidad social. Es así que garantizar derechos humanos implica claridad y sencillez, uno de los cinco pilares de la apertura institucional.

En México hay casi 32 millones de niñas y niños de 0 a 14 años de edad, conforme al Censo del INEGI del 2020. El derecho a entender y el derecho a saber, deben ir engarzados para que el acceso a la información llegue a una de cada cuatro personas en el país.

En un mundo de desigualdades, apremia abrir la puerta a una comunicación clara que genere empatía y confianza en quienes operan los entes públicos. El lenguaje sencillo facilita el derecho de acceso a la información a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, como la niñez.

En muchos contextos, a las niñas, niños y adolescentes les son negados los derechos humanos. Por eso es importante cambiar nuestro lenguaje, referirnos a las personas como tal y no como ciudadanas o ciudadanos. Los derechos humanos son para todas las personas, sin excepción.

Canciones, historias y colores, retroalimentan, divierten e inspiran. Las palabras positivas construyen y generan habilidades socio cognitivas; habilitan el derecho a entender. A sabiendas de ello, es que realizamos un cuento colaborativo, para incentivar a niñas y niños a preguntar por información pública.

“Una ciclovía para Paula”, cocreado desde el equipo de Estado Abierto del Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, es un cuento que incentiva a preguntar por lo público, con ilustraciones y narrativa en lenguaje infantil. Por lo general, las niñas, niños y adolescentes desconocen que tienen derecho a saber, por consiguiente, ignoran cómo ejercerlo y su utilidad para conocer más sobre un tema que les atraiga o resolver los problemas que les afectan.

Este desconocimiento impacta de manera directa en el ejercicio de otros derechos e inhibe la posibilidad de que las niñas y niños participen y se expresen respecto de los asuntos de interés público.

El cuento “Una Ciclovía para Paula” fue narrado en una sesión de zoom con 30 niñas y niños de escuelas de la alcaldía Benito Juárez, pueden disfrutarlo en youtube.

Abonar a garantizar el derecho a entender en la niñez, a utilizar materiales lúdicos para facilitar el conocimiento de sus derechos humanos, e incentivar que pregunten por lo público, construye cultura democrática desde la primera infancia.


María del Carmen Nava Polina

Comisionada del Instituto de Transparencia de la CDMX


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