Durante la vida productiva de cualquier empresa existe un objetivo continuo por aprovechar cualquier oportunidad de negocio que surja en el mercado y ampliar su campo de actividades (diversificación), mediante la mejora continua, el aumento de rentabilidad, logro de objetivos, cumplimiento de metas, la introducción en nuevos mercados con productos innovadores que les permita mantenerse vigentes en el mercado.
Debido a que el entorno está cada vez más caracterizado por la liberalización de los mercados, creciente competencia y mayor exigencia de los consumidores, es importante contemplar que el gran desafío se encuentra en la calidad y competitividad que se alcanzan sólo mediante el acceso a tecnología, la innovación en productos y procesos, así como en la capacitación de recursos humanos para el mejoramiento de los servicios que, a la par, logren la aceptación de los consumidores.
Las empresas crecen cuando experimentan la necesidad de contratar más personal, existe un aumento en el flujo de clientes, hay rotación de productos de manera más ágil, tienen mayor reconocimiento en el mercado y necesitan ampliar sus canales para llegar a más clientes que demandan sus productos o servicios.
A medida que las empresas se desarrollan es muy probable que tiendan a realizar una división de la compañía, la cual permitirá controlarla de forma más eficiente y descentralizar determinadas actividades, como el caso de General Electric o Johnson & Johnson
¿Será que, para sobrevivir y mantenerse al día con las tendencias del mercado, las empresas se enfocan en sus líneas de negocio más rentables y a las que le puedan dedicar mayor tiempo, por los que dividir se está volviendo la tendencia para reconstruir y fortalecerse?
Sin duda esa es la tendencia a la que se suma Kellog´s, que recientemente anuncio su división en tres partes, quedando por un lado la empresa dedicada a los aperitivos dulces y salados, por otro la de los cereales y por último el relacionado con el creciente negocio de los alimentos vegetarianos. La compañía considera la separación como la mejor forma de impulsar el crecimiento al enfocar sus recursos en prioridades estratégicas que le permitirán lograr una mayor penetración en el mercado.
La diversificación servirá para crear empresas distintivas con características comerciales únicas que liderarán sus respectivas industrias. Con ello, se podrán posicionar mejor para capitalizar sus distintas posiciones y brindar un crecimiento sostenible y un mayor valor para los accionistas.
El planteamiento hacia el futuro continuará siendo el rediseño estructural de las actividades y procesos al interior de las empresas para que lleguen a otro tipo de clientes, completamente diferentes a cuando iniciaron y así apuntalar el crecimiento constante de su negocio.
Consejero de empresas y consorcios de carácter multinacional, así como Fundador de la asociación civil Dime y Juntos lo Hacemos
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