Aunque gran parte de la población taiwanesa proviene de China continental, sería ya entrado el s. XVII cuando la dinastía Qing toma el control de Taiwán. A finales del XIX, cuando China pierde la guerra contra Japón, éste se queda con la isla, pero después de que perdiera la segunda guerra mundial, China volvió a ocupar Taiwán en nombre de las Potencias Aliadas. Tras la victoria del partido comunista en la guerra civil china, las fuerzas opositoras se refugiaron en la isla, llevando al actual desconocimiento del gobierno continental chino.
Con el objetivo de mejorar sus relaciones con China, en 1979 Carter le retira el reconocimiento a Taiwán y congela sus relaciones diplomáticas, pero prácticamente al mismo tiempo el Congreso aprueba el Acta de Relaciones con Taiwán en la que se prevé el suministro de armas en caso de una invasión China; iniciando un periodo de ambigüedad diplomática que va pendularmente de la protección de las relaciones económicas con China al apoyo a Taiwán, quien se considera un estado soberano pues cuenta con su propia Constitución, su propio ejército, y lleva a cabo elecciones democráticas. De hecho, cuando Pekín realizó pruebas de misiles en la zona durante las primeras elecciones democráticas de Taiwán en 1996, EE.UU. respondió con el mayor despliegue militar en Asia desde la guerra de Vietnam.
Veinte años después, China aprobó la ley antisecesión que le permite recurrir a medidas no pacíficas contra Taiwán si intenta separarse oficialmente; y tras 10 años de relaciones relativamente pacíficas entre ambos países, Pekín corta todo contacto político con el gobierno taiwanés cuando la actual presidenta se niega a reconocer su gobierno, no obstante continúan teniendo fuertes lazos comerciales.
Aun cuando Joe Biden dice estar comprometido con “la política de una sola China”, la presidenta de la Cámara de Representantes, en una franca e innecesaria provocación en un momento en el que la guerra de Ucrania está destruyendo la economía europea, yendo en contra de lo dicho por su Presidente, y desoyendo la advertencia de Xi Jinping de que “los que juegan con fuego se acaban quemando”, visitó hace unos días la isla provocando la respuesta del ejército chino que envió aviones y buques de guerra a la zona.
La visita de la señora Nancy Pelosi únicamente profundizará la crisis económica que vivimos en todo el mundo por las medidas tomadas por EE.UU. y la OTAN contra Rusia. Tan sencillo como que China está haciendo ejercicios militares en el estrecho de Taiwán obligando al desvío de vuelos, interrumpiendo el comercio en la región, y deteniendo las cadenas de suministro globales que nos van a afectar a todos.
China también suspendió los acuerdos de cooperación con EE.UU. en asuntos clave en materia judicial, de cambio climático, y de defensa y seguridad. Huelga decir que China es el segundo mayor tenedor de bonos del tesoro estadounidense, a quien le deben la friolera de 1.1 billones de dólares…
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