Sí, hay que tomarle la palabra al Presidente. Seamos radicales en combatir la inseguridad que nos ha robado nuestra tranquilidad desde hace muchos años. Seamos radicales en no permitir que quienes nos roban nuestro patrimonio, salgan inmediatamente de la cárcel. Seamos radicales en que los policías corruptos en lugar de ser despedidos, les den doble condena. Seamos radicales en terminar con injusticias: que los inocentes ya no estén en la cárcel y los culpables si se queden en ella. Seamos radicales en cambiar a la policía y educar a los ministerios públicos. Seamos radicales en acabar con la impunidad criminal.
Seamos radicales en combatir la pobreza, que ya no veamos niños en las esquinas pidiendo limosna, ni personas adultas abandonadas a su suerte. Seamos radicales en disminuir la brecha de la desigualdad. Seamos radicales en generar más fuentes de empleo y que el gobierno ayude a las empresas que lo hagan.
Seamos radicales en denunciar arbitrariedades dentro del gobierno.
Seamos radicales en que el gobierno termine con el nepotismo, con el compadrazgo y con los recomendados. Servicio profesional de carrera ya. Seamos radicales en terminar con la corrupción. Que los malos gobernantes y los malos funcionarios devuelvan lo que han robado al erario público. Seamos radicales en que nos hagan caso las autoridades cuando denunciemos los diezmos o las mordidas por realizar un trabajo o contratar nuestros servicios. Seamos radicales en meter a la cárcel a aquellos funcionarios rateros que hayan inflado el precio de un bien público.
Seamos radicales en recordarle Señor Presidente a lo que se ha comprometido.
Seamos radicales en terminar con la clientela con la compra de votos y con los acarreos. Seamos radicales en denunciar a aquellos políticos que usen malas prácticas para llegar a algún cargo. Seamos radicales en terminar con la simulación y la corrupción en la democracia.
Efectivamente Presidente Andrés Manuel López Obrador “el moderado es simplemente un conservador más despierto”.
@floresaquino
