Apenas el pasado 2 de noviembre se conmemoró el Día Internacional para poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra los Periodistas.
La UNESCO decidió establecer este día para poner de manifiesto lo fundamental que es proteger a los periodistas en su labor que, entre otras cosas, permite que las democracias “tengan acceso a una información diversa e independiente”
La muerte de una o un periodista en relación con su labor, generalmente para silenciarlos, causa grandes daños a las sociedades y desalienta el disenso, el diálogo y la pluralidad.
Otros delitos contra periodistas como la tortura, las desapariciones, las detenciones arbitrarias, la intimidación o el acoso también tienen efectos nocivos en las sociedades.
La impunidad que se observa en la mayoría de los casos, pues uno de cada diez casos durante la pasada década culminó en una condena, según la UNESCO, tiene un doble efecto: no sólo deja sin justicia a las víctimas, sino que “tiende a envalentonar a los autores de dichos crímenes, y, al mismo tiempo, tienen un efecto paralizador en la sociedad, incluyendo a los mismos periodistas. La impunidad genera más impunidad, dando lugar a un círculo vicioso”.
De acuerdo con el Observatorio de ese organismo, en los últimos 10 años (incluyendo el último registro de este año), murieron en México 98 periodistas. Tan sólo en 2019 fueron 12 y en 2018 se contabilizaron 13.
En relación a esta conmemoración el pasado 3 de noviembre, cuatro agencias de la ONU (ONU-DH, UNESCO, ONU Mujeres y CINU México), presentaron una plataforma llamada “Puntual” que recopila información, da seguimiento y analiza informaciones relativas a agresiones a periodistas; incluye una guía para conocer las instituciones accesibles para la atención de estos casos y genera estadísticas nacionales “con el fin de promover avances positivos en el sistema judicial relacionados con los casos de violencia contra periodistas”.
La plataforma ofrece un panorama nacional de las agresiones que han sido conocidas por el organismo. Veracruz, Guerrero, Morelos, Quintana Roo y Tabasco se encuentran en el top de los cinco estados donde, de 2017 a 2020, se han registrado agresiones y desapariciones de periodistas.
Dos muertes más de periodistas se sumaron en México en poco más de una semana: el pasado 29 de octubre se supo de la muerte de un conductor de televisión en Ciudad Juárez, Chihuahua; la fiscalía de ese estado investiga si su muerte tuvo que ver con su labor; y el pasado 9 de noviembre se conoció la muerte de Israel Vázquez asesinado en Salamanca, Guanajuato este caso sí en plena labor periodística.
Igualmente, al menos dos reporteros resultaron heridos por los terribles hechos ocurridos en Cancún el martes pasado, donde la policía disolvió, a balazos, una protesta, alcanzado estos proyectiles a dos periodistas que cubrían el evento.
