/ miércoles 26 de agosto de 2020

No es el doctor muerte

Apodarle “Dr. Muerte” al Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell me parece inapropiado. Sí, hay una enorme molestia en saber que después de 6 meses del 1er caso de COVID-19 en México, prácticamente a nada le ha atinado el encargado de controlar la pandemia, y al contrario, dio falsa esperanza al pueblo mexicano.

Muchos nos la creímos con la elocuencia, claridad y contundencia con la que diariamente informaba el Subsecretario de Salud en los meses de marzo y abril, pero, posteriormente, fue cayendo a pedazos su credibilidad.

Desde aquella cita que se quedará en la memoria de las frases célebres en política mexicana, que decía: “el Presidente representa una fuerza moral y por eso no usa cubrebocas” (cuando precisamente por esa fuerza moral tendría que haber dado el ejemplo usándolo) hasta el “escenario catastrófico” de las 60,000 muertes, dígase de paso, afirmado por él mismo y por nadie más.

Ya no le hacemos todo el recuento de contradicciones, fechas fallidas, aplanamientos de curvas, gran desprecio a los medios de comunicación, confrontación política, cifras alegres, entre otras linduras del Dr. Hugo López-Gatell, pero de ahí a que le digan Dr. Muerte no me parece lo más atinado.

En todo caso, el Subsecretario de Salud podría ser conocido como Hugo “el cuentista” López-Gatell. Aquel funcionario embustero, que en todo momento mintió al pueblo mexicano, y sólo se atrevió a decir lo que quería escuchar su jefe, el Presidente de la República.

El farsante burócrata, que logró con sus cuentos desbancar ni más ni menos que a Asa Cristina Laurell, magnífica funcionaria que gozaba de cercanía con López Obrador desde hace décadas, y más fácilmente, quitarle la Secretaría de Salud a un gris Jorge Alcocer, con un organigrama donde prácticamente López-Gatell es quien manda y decide.

Ya padecíamos todo lo del deficiente sistema de salud mexicano, invadido de corrupción, de diabetes, de obesidad, y de hipertensión. A ver con qué nuevo cuento nos sale el Secretario ¡perdón! el Subsecretario.


Apodarle “Dr. Muerte” al Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell me parece inapropiado. Sí, hay una enorme molestia en saber que después de 6 meses del 1er caso de COVID-19 en México, prácticamente a nada le ha atinado el encargado de controlar la pandemia, y al contrario, dio falsa esperanza al pueblo mexicano.

Muchos nos la creímos con la elocuencia, claridad y contundencia con la que diariamente informaba el Subsecretario de Salud en los meses de marzo y abril, pero, posteriormente, fue cayendo a pedazos su credibilidad.

Desde aquella cita que se quedará en la memoria de las frases célebres en política mexicana, que decía: “el Presidente representa una fuerza moral y por eso no usa cubrebocas” (cuando precisamente por esa fuerza moral tendría que haber dado el ejemplo usándolo) hasta el “escenario catastrófico” de las 60,000 muertes, dígase de paso, afirmado por él mismo y por nadie más.

Ya no le hacemos todo el recuento de contradicciones, fechas fallidas, aplanamientos de curvas, gran desprecio a los medios de comunicación, confrontación política, cifras alegres, entre otras linduras del Dr. Hugo López-Gatell, pero de ahí a que le digan Dr. Muerte no me parece lo más atinado.

En todo caso, el Subsecretario de Salud podría ser conocido como Hugo “el cuentista” López-Gatell. Aquel funcionario embustero, que en todo momento mintió al pueblo mexicano, y sólo se atrevió a decir lo que quería escuchar su jefe, el Presidente de la República.

El farsante burócrata, que logró con sus cuentos desbancar ni más ni menos que a Asa Cristina Laurell, magnífica funcionaria que gozaba de cercanía con López Obrador desde hace décadas, y más fácilmente, quitarle la Secretaría de Salud a un gris Jorge Alcocer, con un organigrama donde prácticamente López-Gatell es quien manda y decide.

Ya padecíamos todo lo del deficiente sistema de salud mexicano, invadido de corrupción, de diabetes, de obesidad, y de hipertensión. A ver con qué nuevo cuento nos sale el Secretario ¡perdón! el Subsecretario.