/ viernes 31 de enero de 2020

Niños armados

Padece México altos índices de violencia e impunidad, que llevan a la población a tomar medidas desesperadas, algunas de las cuales no son aceptables, como el integrar a menores de edad a las policías comunitarias.

El velar por la seguridad de la población civil es obligación del Estado mexicano, en sus tres niveles de gobierno, el pueblo debe exigirles a los servidores públicos que cumplan con sus funciones y jamás exponer a los niños.

Está el ejemplo de Guanajuato, donde en los primeros 27 días del año ocurrieron 395 ejecuciones; la entidad está convertida en un campo de batalla en el que no hay autoridad, de ningún nivel, capaz de poner orden.

Hace unos días, conmocionó y causó polémica la imagen de niños armados en Guerrero, habitantes de un pueblo indígena que, buscan defenderse del crimen organizado.

Fueron 19 niños indígenas de entre 6 y 15 años quienes marcharon con armas y son entrenados por una policía comunitaria. Reclutados para entrenarse en técnicas de autodefensa, según la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

Está medida, dijeron es reacción al asesinato de diez personas de la comunidad que habían sido contratados para ayudar en un concierto del grupo Sensación Musical, cinco de ellos fueron torturados, decapitados y mutilados.

De inmediato, UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, expresó su rechazo al reclutamiento y la utilización de niñas, niños y adolescentes en grupos armados, alertando sobre los efectos nocivos de esta práctica en su desarrollo humano y en el cumplimiento de sus derechos.

“Sin importar a qué grupo u organización armada sea reclutado un niño, niña o adolescente, por quién sea auspiciada y con qué fin, ese reclutamiento es una práctica que atenta directamente contra sus derechos humanos”, señaló Christian Skoog, Representante de UNICEF en México.

La infancia y adolescencia en México debe ser protegida contra esta práctica inaceptable, ya que es una obligación del Estado mexicano derivada del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario”, señala el organismo internacional.

Textualmente hay que decirlo: El reclutamiento de menores de 18 años en grupos armados es siempre producto de una acción forzada y una de las peores formas de violencia y explotación a las que pueden estar expuestos.

En Twitter @TXTUALes

Padece México altos índices de violencia e impunidad, que llevan a la población a tomar medidas desesperadas, algunas de las cuales no son aceptables, como el integrar a menores de edad a las policías comunitarias.

El velar por la seguridad de la población civil es obligación del Estado mexicano, en sus tres niveles de gobierno, el pueblo debe exigirles a los servidores públicos que cumplan con sus funciones y jamás exponer a los niños.

Está el ejemplo de Guanajuato, donde en los primeros 27 días del año ocurrieron 395 ejecuciones; la entidad está convertida en un campo de batalla en el que no hay autoridad, de ningún nivel, capaz de poner orden.

Hace unos días, conmocionó y causó polémica la imagen de niños armados en Guerrero, habitantes de un pueblo indígena que, buscan defenderse del crimen organizado.

Fueron 19 niños indígenas de entre 6 y 15 años quienes marcharon con armas y son entrenados por una policía comunitaria. Reclutados para entrenarse en técnicas de autodefensa, según la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

Está medida, dijeron es reacción al asesinato de diez personas de la comunidad que habían sido contratados para ayudar en un concierto del grupo Sensación Musical, cinco de ellos fueron torturados, decapitados y mutilados.

De inmediato, UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, expresó su rechazo al reclutamiento y la utilización de niñas, niños y adolescentes en grupos armados, alertando sobre los efectos nocivos de esta práctica en su desarrollo humano y en el cumplimiento de sus derechos.

“Sin importar a qué grupo u organización armada sea reclutado un niño, niña o adolescente, por quién sea auspiciada y con qué fin, ese reclutamiento es una práctica que atenta directamente contra sus derechos humanos”, señaló Christian Skoog, Representante de UNICEF en México.

La infancia y adolescencia en México debe ser protegida contra esta práctica inaceptable, ya que es una obligación del Estado mexicano derivada del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario”, señala el organismo internacional.

Textualmente hay que decirlo: El reclutamiento de menores de 18 años en grupos armados es siempre producto de una acción forzada y una de las peores formas de violencia y explotación a las que pueden estar expuestos.

En Twitter @TXTUALes