/ viernes 17 de enero de 2020

Niñez amenazada

Está claro, para mí, que un problema social no se puede solucionar con medidas policiacas, algunas agresivas, como es la utilización de binomios caninos, como elemento adicional al operativo Mochila Segura, de por sí cuestionado. La solución requiere del involucramiento de todos los actores sociales.

Educar a las nuevas generaciones para la paz y la convivencia armónica y, reeducar a los adultos en ese mismo tenor, llevará su tiempo, más porque se necesita empezar por los cambios individuales.

Pero el Estado debe acabar con la inseguridad y la impunidad, porque no es posible que el modelo a seguir sea el bravucón del barrio, al que nadie le hace nada, porque no hay autoridad que le llame la atención, ni una madre que lo oriente, en la sana convivencia.

En algunos casos ni quiera sirve acusarlos con sus mamás o abuelitas. Padecen niños mexicanos los efectos de una sociedad enferma, en la que la pérdida de valores es el común denominador. Un entorno en donde opera la ley del más fuerte, porque la impunidad está a la orden del día, sin que exista autoridad para regular las relaciones entre grupos y personas. Tenemos registro de niños adiestrados en el manejo de armas de alto calibre, hace unos años la sociedad mexicana se escandalizó con el niño sicario de Morelos, luego el que participó en una ejecución múltiple, en Jalisco, ahora la tragedia de Torreón.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) acusó que la creciente militarización de la seguridad pública ha derivado en cerca de 21 mil niñas, niños y jóvenes víctimas de homicidio doloso desde el año 2000; y más de 7 mil casos de niñez desaparecida. Con el cambio hacia una política de persecución a la niñez migrante y sus familias se ha incrementado las detenciones arbitrarias, deportaciones masivas, estímulo de la xenofobia y mayor violencia del crimen organizado con la tolerancia de las autoridades mexicanas.

Y, agrega: El jefe del Estado Mexicano sigue ignorando su responsabilidad legal con la Ley General, realizando nuevamente más recortes presupuestales a los programas y políticas públicas de infancia.

Textualmente hay que decirlo: no es con medidas policiacas como se resuelve un problema social. La crisis de derechos humanos y violencia armada generalizada cobra vidas infantiles, diariamente desaparecen 4 menores y asesinan a 3 en total impunidad.

En Twitter @TXTUALes

Está claro, para mí, que un problema social no se puede solucionar con medidas policiacas, algunas agresivas, como es la utilización de binomios caninos, como elemento adicional al operativo Mochila Segura, de por sí cuestionado. La solución requiere del involucramiento de todos los actores sociales.

Educar a las nuevas generaciones para la paz y la convivencia armónica y, reeducar a los adultos en ese mismo tenor, llevará su tiempo, más porque se necesita empezar por los cambios individuales.

Pero el Estado debe acabar con la inseguridad y la impunidad, porque no es posible que el modelo a seguir sea el bravucón del barrio, al que nadie le hace nada, porque no hay autoridad que le llame la atención, ni una madre que lo oriente, en la sana convivencia.

En algunos casos ni quiera sirve acusarlos con sus mamás o abuelitas. Padecen niños mexicanos los efectos de una sociedad enferma, en la que la pérdida de valores es el común denominador. Un entorno en donde opera la ley del más fuerte, porque la impunidad está a la orden del día, sin que exista autoridad para regular las relaciones entre grupos y personas. Tenemos registro de niños adiestrados en el manejo de armas de alto calibre, hace unos años la sociedad mexicana se escandalizó con el niño sicario de Morelos, luego el que participó en una ejecución múltiple, en Jalisco, ahora la tragedia de Torreón.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) acusó que la creciente militarización de la seguridad pública ha derivado en cerca de 21 mil niñas, niños y jóvenes víctimas de homicidio doloso desde el año 2000; y más de 7 mil casos de niñez desaparecida. Con el cambio hacia una política de persecución a la niñez migrante y sus familias se ha incrementado las detenciones arbitrarias, deportaciones masivas, estímulo de la xenofobia y mayor violencia del crimen organizado con la tolerancia de las autoridades mexicanas.

Y, agrega: El jefe del Estado Mexicano sigue ignorando su responsabilidad legal con la Ley General, realizando nuevamente más recortes presupuestales a los programas y políticas públicas de infancia.

Textualmente hay que decirlo: no es con medidas policiacas como se resuelve un problema social. La crisis de derechos humanos y violencia armada generalizada cobra vidas infantiles, diariamente desaparecen 4 menores y asesinan a 3 en total impunidad.

En Twitter @TXTUALes