Mientras que la Secretaría de Gobernación ya emitió una segunda Alerta por Violencia de Género para el Estado de México, pero para la Ciudad de México, donde también el problema es alarmante no se decide a hacerlo.
La dependencia federal evalúa con criterio diferente un mismo problema, tan necesaria es la medida en una y, otra entidad, más aún cuando están en la misma región, cuando en muchos casos una sola calle hace la diferencia entre estar en la Ciudad de México o en el Edomex.
Hay que recordar que en la Ciudad de México 33 mujeres fueron asesinadas entre enero y agosto de 2019. Los meses con mayores casos fueron junio y agosto, con 7 feminicidios cada uno. Durante 2018 se registraron 43 feminicidios. Y la entidad se ubica en la posición 16 en el ranking nacional de tasa de feminicidio por cada 100 mil mujeres, con 0.57 casos en lo que va de 2019.
Los hechos hablan por sí solos, pero desde la Secretaría de Gobernación, la visión es diferente cuando se trata de una entidad u otra, de una alcaldía de un color o de otro. Hay mundos paralelos de los funcionarios locales y federales, hay una negación de la realidad evidente.
Amparados en la popularidad ferviente no aceptan otra versión que no sea la suya.
Urge una alerta de género para la capital del país, como también se necesita una nueva estrategia de seguridad y, decisión para mantener el orden.
Hay mundos paralelos para la Ciudad de México, otro ejemplo son las manifestaciones violentas, lo que ve el Gobierno capitalino y la realidad en las calles.
El llamado “cordón de paz” calificado como exitoso por parte de la autoridad local, en la marcha del 2 de octubre, dejó un saldo de catorce personas lesionadas y, más de 4.8 millones de pesos por daños a fachadas y aparadores de comercios, de acuerdo con información de la Canacope; eso sin contar el millón de pesos que se gastaron en la elaboración de las playeras, que repartieron.
Textualmente hay que decirlo: No se puede gobernar en mundos paralelos, la Secretaría de Gobernación debe unificar criterios y, las autoridades de la Ciudad de México, deben reconocer los problemas para solucionarlos, la negación sólo sirve para que ellos vivan en un lugar imaginario, diferente al de la gente, son mundos paralelos.
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